Mentiras por miedo y sentimientos ocultos

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Si una persona te aprecia, te demuestra su apoyo incondicional, toma tu mano cuando estás mal y te acompaña en tus mejores momentos, viviéndolos contigo, es normal que le pagues de la misma manera.

No obstante, si lo que sientes es amistad, y encuentras a una persona que amas, que te enloquece, que te hace sentir mariposas, es usual quererle prestar atención. Ese era el pensamiento de aquel tierno azabache de ojos verdes y sonrisa enternecedora.

Por otro lado, es muy triste para la persona contraria. Y esque Yuu entendía que su mejor amigo de toda la vida estuviese enamorado, sin embargo dolía mucho que prefiriese a su novio ¡todo! El tiempo.

Ya no comían curry, ya no iban al cine, ya no jugaban videojuegos, ya no le ayudaba a hacer la tarea, ya no hablaban a largas horas de la madrugada, ya ni siquiera hablaban en el receso.

Siendo sincero, no podía odiar a Kouta. Era un buen chico y adoraba ver feliz al rubio al lado de su pareja, aunque deseaba un poco de atención.

Admiraba el techo de su azul habitación pensando en su mejor amigo, ¿qué pasaría si le dijese que sentía más que una simple amistad por él? Probablemente le rechazaría y su relación sería peor que antes.

Suspiró sonoramente, sacando su celular cuando este vibró, sin poder evitar sentir su corazón latir con ternura a la vez que un adorable carmesí se adueñaba de sus mejillas cuando leyó el mensaje que Mikaela le había enviado, pidiéndole que se viesen en la cafetería cercana al parque frente a su casa donde solían ir de vez en cuando al día siguiente.

~

Cuando la mañana llegó, extrañamente fue Yuu quien entró por el café antes que el rubio, a lo que este no pudo evitar reírse de su contrario alegando que era de suma extrañeza aquel hecho.

—¡Cállate, Mikaela! E-esque no habíamos pasado tiempo juntos —murmuró acostándose en la mesa que habían escogido ambos, logrando un silencio un poco incómodo entre ellos.

—De eso quería hablarte precisamente, Yuu-chan —murmuró al fin el ojiazul, suspirando y dibujando en su fino rostro un gesto de disculpa y arrepentimiento.

—¿Entonces?

Antes de que pudiese hablar, una mesera llegó pidiendo su orden, y una vez esta se alejó, el semblante serio de Mikaela se intensificó.

—Yuu-chan, quiero pedirte una enorme disculpa —aceptó—. He estado muy ausente de ti, y no creas que no te echo de menos porque sí lo hago, es solo que Kouta y yo nos seguimos conociendo, y quiero pasar tiempo con él —hizo una pausa breve, sacudiendo su melena rubia con su mano izquierda—. No es que contigo no quiera, eres mi mejor amigo después de todo, solo no quiero que pienses que te he dejado de lado o que no quiero estar más contigo.

Yuu sintió su corazón dolerle. Se notaba que Mikaela amaba a Kouta.

Esbozó una sonrisa, disimulando la profunda tristeza que sentía, asintiendo con la cabeza.

—No tienes por qué darme explicaciones, también entiendo que tienes otras amistades y ahora una pareja —extendió su mano, pidiéndole con esta que Mikaela también la tomara, a lo que el mayor así lo hizo—. Está bien, ¿si? Siempre estaré para ti, Mika.

El mencionado no pudo hacer más que sonreírle agradecido y enternecido.

~

No podía evitar sentirse realmente frustrado. Sí, Mika salía con él más a menudo, ¡pero la pasa hablando de Kouta!, ¿no entendía acaso que le dolía? De todas formas nunca le daría a entender eso, decirle que no quería hablar del chico era admitir que estaba celoso, era admitir un poquito sus sentimientos.

Nuestra historia de dosWhere stories live. Discover now