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—Creo que debes ir al hospital, esto ya no me está dando buena espina.— sentenció el azabache poniéndose de pie para buscar algo de ropa para ambos, preparar un bolso pequeño e irse donde Seokjin.

—No.. Amor, estoy bien.— susurro Jimin agarrándose el abdomen bajo mientras intentaba pararse de la cama.

—No, iremos.— volvió con la ropa en manos— no te levantes, te va a doler más Jimin.

Esté asintió y se quedo sentando viendo con Jungkook se ponía la ropa y luego hacer lo mismo que el, unos pantalones holgados y suéteres para el frío de la noche, unas zapatillas y zapatos y listo. El azabache agarro el bolso con cosas personales por si lo necesitaban y agarro las llaves del auto saliendo de la casa con cuidado y cargando al rubio. Quien en media noche se había despertado por dolores en la barriga.

Era extraño, ya le había pasado antes pero lo dejaban pasar creyendo que solo era mala indigestión o que algo no le cayo bien, sin embargo ahora Jungkook no se comía ni creía nada de eso.

Metió a Jimin al auto y arranco el auto deprisa llevándolo a la clínica donde trabaja su amigo, en el camino lo llamó.

A los tres pitidos contestó.

—¿Jungkook, qué pasa?— murmuró con voz adormilada.

Jungkook ni le paro, estaba ya más preocupado por Jimin que por otra cosa.

—Es Jimin, vamos a la clínica, no se siente bien y ya estoy preocupado.— confiesa.

—Vaya amigo... Ya voy para allá, avisare que lo atiendan a penas lleguen.— dijo ahora él también preocupado.

—Esta bien, nos vemos Seokjin y gracias.

—No, no hay de que. Nos vemos.— colgaron y Jungkook apuro en el auto para llegar más rápido, daba pequeñas vistas al rubio que iba más dormido que despierto en el lado del copiloto.

Desde hace una semana ya que a Jimin le habían estado pasando esas cosas, si olía algo muy fuerte tendía a querer vomitar, si olía dulce tendía a querer comer, estaba un poco sensible y muy apegado con Jungkook, en las noches le daban esas punzadas en el estomago y otras veces solo dolor de cabeza. No podía ser algo normal que de diariamente.

Entonces Jungkook no podía aguantar verlo sufrir y no hacer nada, al principio creyó que los dolores de cabeza era porque ahora estaba más pendiente de los negocios de sus padres, pasaba más tiempo leyendo y estudiando fianzas y contabilidad, más organizarse en como manejar todo ese dinero y generar más. Pero cuando fueron más persistentes le asusto, podía tener algo más en el cerebro y no quería eso. También creyó que los dolores de barriga era por la chuchería y dulces que Jimin comía pero igualmente a veces su barriga dolía. Los mismos y abrazados pedidos le resultó adorable por lo que con eso no había problema.

Jimin fue elevado y agarrado por su novio que lo llevo dentro de las estancias, el lugar estaba algo solo aunque habían guardias y otros doctores cubriendo su hora nocturna, avanzó sin problema y cuando llego a la recepción la chica le señalo de una vez el camino.

—Tercer piso, usted sabe.— Jungkook asintió e hizo una extraña reverencia desapareciendo por el elevador.

Al llegar al piso seleccionado fue directamente al consultorio de su amigo y al entrar el doctor Min se encontraba ahí sentado, esperandolos.

Fenómeno➸Kookmin©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora