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[💎]

Jimin estaba decidió, tenía algo de miedo pero estaba totalmente decidido, nadie, ni siquiera Jungkook podía hacerlo cambiar de opinión. Lo iba a hacer y caso cerrado.

Esa mañana luego de tener un sueño extraño se levanto con un antojo inmenso de comida y mimos, quería, no. Exigía lo que pedía, levantó a Jungkook, quien no tuvo otra que hacerlo lo que su rubio ordenaba.

Se había quedado en cama hasta que Jungkook volviera de hacer sus compras, estaba ansioso, sensible y muy pedilon. Cuando el azabache llego Jimin abrió sus brazos y él cayo encima del rubio sin aplastar a su bebé.

—Quiero un baño calientito con olor a fresa— susurró tiernamente a Jungkook, éste salió del hueco del cuello y lo miro fijamente, Jimin le dedicó una sonrisa.

—Bien, iré a preparar la tina.

Se iba a alejar pero Jimin lo paró.

—¡Espera!— chillo, Jungkook se volvió a tirar encima de él con igual delicadeza, enterrándose en su cuello.

—¿Si?— murmuró sobre su piel.

—Quiero besitos antes.

Jungkook rio y hizo un recorrido de besos desde su cuello, pasando por su mandíbula hasta llegar a su boca y quedarse un largo rato ahí, profundizando y luego dando suaves besos.

—¿Ya quieres el baño?— susurró cerca de su boca levantando un poco para verlo mejor. Jimin asintió y lo dejo ir.— vendré en un momento para avisarte.

—Te espero aquí— susurro el rubio, se sentó sobre su cama y busco el cepillo blanco para su cabello en la gaveta de la mesa de noche. Peino con cuidado su largo cabello rubio, estaba pensando seriamente di cortárselo pero se imagino con cabello corto y quiso llorar. Definitivamente no, quizás unos dedos y nada más. Sabía que crecería porque siempre crecía más.

Jungkook volvió al cuarto y consiguió a su novio haciéndose una coleta, le silbo y consiguió la atención de Jimin.

—Que hermoso te ves, bebé.— sonrió y se acerco a él, besando la punta de su nariz— la tina ya esta lista.

—Cargame, el bebé pesa— sonrió y Jungkook suspiro, ahora que Jimin estaba más panzón estaba más mimoso y queriendo tenerlo al lado diariamente, no se quejaba, jamás lo haría, sólo que se le hacía un poco difícil por el trabajo. Lo bueno era que ahora que Jimin estaba embarazado podían costearse empleados para las tiendas y tener un poco más de tiempo juntos.

Jimin tenía seis semanas, tenía una panza visible pero el rubio negaba diciendo que su bebé sería pequeño y que él quería tener una barriga ancha, Jungkook lo consolaba diciendo que aun faltaba mucho tiempo para que su barriga creciera y así el menor lo aceptaba y pedía mimos o más comida.

Jungkook lo desvistió y lo cargo estilo nupcial a la tina, lamentablemente el agua no estaba calentita como había pedido el rubio, estaba cálida nada más.

—¡Yo quería calientita, Jungkookie!— puchereo. Jimin se agacho y lo beso.

—No bebé, no puedes bañarte con agua caliente. Le harás daño al bebé y a tu piel.— le dijo suave dando más besos para que se calmara. Pero Jimin al escuchar que podía hacer daño a su bebé lo aceptó sin rechistar.— Te amo, jamás querría verte mal.— le susurro al oído haciendo que el rubio soltara risitas tímidas y pidiera más besitos.

Fenómeno➸Kookmin©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora