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Ahora que sus vidas habían dado un vuelco, ninguno de los dos estaba arrepentido de ello, al contrario estaban tan felices que cuando se reunieron andaban saltando de aquí para allá, gritando y riéndose a carcajadas.

Les reconfortaba estar juntos en el cuarto blanco y fuera de el, ahora estando ambos en cinta.

Taehyung estaba embarazo de Hoseok por dos semanas más que el rubio. Luego de su examen hicieron los mismos procesos con el resto y resulta que dos chicos más estaban en cinta como ellos, esperaba que estuvieran igual de felices que su amigo y él.

Ahora el pelinegro y el menor estaban sentados en el patio de Seokjin tomando sol, frente a las hermosas plantas que Jimin tanto admiraba desde que llego. Tomaban limonada y dejaban al descubierto sus abdómenes, a diferencia del rubio, Taehyung tenía un bulto muy visible que Jimin no, aun estaba algo plano y no era para menos aun tenía pocas semanas.

Mientras que ellos estaban ahí hablando y contándose lo que habían estado haciendo, la pareja de ambos embarazados estaba dentro de la casa haciéndoles un buen almuerzo junto a Seokjin quien los guiaba.

Se habían puesto de acuerdo para celebrar tan loca e inesperada sorpresa junto a sus más allegados. Aparte de ellos vendría el doctor Min con su pareja, la hermana de Namjoon que era buena amiga de Jungkook por ser cliente frecuente de su tienda de tatuajes, dos grandes amigod de la familia Jeon, Cha Eunwoon y Jackson Wang, y también los señores Jeon.

Una gran cantidad de gente.

Jimin había por fin conocido a la señora Jeon y casi que no logra alcanzar al señor Jeon solo que estaba había estado de descanso en el trabajo. Fue algo extraño pero reconfortante para Jungkook, nunca creyó haber visto a su mamá así, estaba empezando a creer que tener un nieto al que podría mimar y cuidar la haría ser menos problemática.

“Jimin estaba completamente nervioso, sus manos sudaban y sus mejillas no cambiaban de color rosa, mordía repetidas veces su labio inferior y lamia sus labios cuando movía sus pequeñas manos.

Jungkook rio con ternura, cuando el semáforo estuvo en rojo se volteo a él y se inclinó robándole un beso que efectivamente lo saco de su estado de nerviosismo.

Calmate bebé, todo ira bien. Le encantaras.

Jimin puchereo y él volvió a robarle otro beso, luego se volvió al volante y avanzó el auto, no faltaba mucho para llegar.

—¿Cómo estás tan seguro? ¿Y-y si no les caigo bien? O peor ¿Y si no aceptan a nuestro bebé?— murmuraba chiquito, balbuceando a medida que era peor la cosa en su mente.

—¡No, no! ¡Bebé! No pienses en eso, tienes que ser positivo— le ánimo el azabache— se que ellos te amaran porque tú creas eso con tu aura tierna y alegre. Confía en ti, ella te amara el doble por darle un nieto, lo se.

Jimin asintió y respiro profundo, eso. Tenía que ser positivo como su novio. Se mantuvo así hasta que estuvieron frente a la casa de los padres de Jungkook y su nerviosismo volvió a atacar.

—Calma bebé, recuerda, confía en ti.— besó su mejilla y su frente para luego tocar tres veces seguidas y moderadamente. Al ratito se abrió la puerta marrón y una señora alta, pelo castaño y ojos grandes se vio visible.

Fenómeno➸Kookmin©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora