Fenómeno➸Kookmin©

34

[💎]

Ya habían pasado unas cuantas y largas semanas de cuidado y reposo extremo para el pobre rubio. Pobre porque no podía hacer casi nada de esfuerzo, salía a pasear de vez cuando y había dejado de limpiar la casa porque su barriga estaba mucho más pesada y los calambres no paraban, su espalda dolía pero a pesar de todo estaba muy feliz.

Cada día que pasaba estaba más cerca de tener a su hija en brazos, poder verla y darle besitos de bienvenida. Estaba realmente feliz y emocionado.

Quien también estaba tan o más de emocionado que él era la señora Jeon Mijnsook, se dividía las semanas para visitar a Taehyung y al rubio, para Jungkook era un éxito total. Su madre no había peleado más con él y ahora tenían una relación estable porque la mayoría del tiempo estaba más pendiente de Jimin que de él, no le importaba, estaba feliz de que su mamá aceptara a su novio y a su hija. Mientras ella lo visitaba él aprovechaba para ir a trabajar durante pocas horas.

Quien también había estado pendiente era Rosé, como había prometido estaba empezando desde cero, a veces se quedaba hasta la noche y hacia la cena para ellos, no podía quedarse porque era menor de edad y debía llegar a casa de los abuelos quienes ni siquiera habían intentado tener contacto con Jimin, él le preguntó y ella respondió.

"—¿Les has hablado de mi? ¿O si quiera se han interesado en preguntar?— preguntó el rubio mirándola a los ojos, ella miro hacía el paisaje que daba el balcón. Estaban sentados en su pequeño, no tan pequeño, invernadero.

—No.— dijo por fin— Lamento decírtelo así pero no, la única vez que hablaron sobre ti dijeron que no estaban de acuerdo con lo que hicieron nuestros padres al dejarte, les he contado algunas cosas sobre ti y simplemente no quieren tener nada que ver contigo.— susurró esto último lamentable— Yo los quiero, son buenas personas pero también son algo cerrados de mente.

—Si, entiendo...— dijo el rubio, no sabía como reaccionar, no es como si le doliese en el alma. Nunca los vio, nunca los conoció así que no le importaba sus opiniones en cuanto a su vida. Quizás en el fondo quisiese conocerlos pero hasta ahí.— No es como si me preocupara.. Nunca los conocí y si ellos no desean hacer lo mismo yo tampoco, por muy mal que suene..— le confesó, ella lo miro— Quiero que mi hija viva en un ambiente familiar, tranquilo y lleno de paz y amor. Eso fue lo que me falto a mi, amor.— susurro— Pero ahora tengo una gran familia, voy a ser papá y tengo un novio maravilloso.

—Jimin.. Se que no tuvimos una vida juntos, somos hermanos pero pareces unos desconocidos, eso me hace sentir mal, yo quiero ser parte de tú nueva vida y quiero que sepas que estaré aquí para lo que necesites.— dijo con calma, aguantando el nudo de su garganta.

—Lo se, Rosé, lo se. No dejes que las cosas se adelanten, para mi no es sencillo tampoco.— dijo de vuelta con mucha sinceridad.— Todo lo demás lo dirá el tiempo.

Ella asintió algo desanimada, sabía que Jimin no seria sencillo después de haberlo lastimado sin querer, solo era que estaba desesperada, se lamento por no haber sido más razonable y ahora estaba pagando las consecuencias.

—Te pareces mucho a mamá. — le dijo ella luego de un silencio.

—¿Ah, sí? ¿En qué?