Fenómeno➸Kookmin©

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Jimin estaba más que nervioso, ya había pasado una hora desde que el doctor Kim les había dicho que hicieran silencio se sentaran y esperaran a que el volviera. Más oficiales de la policía habían llagado al lugar y se estaban llevando a tres chico por auto, ellos estaban hacía la última fila agarrados de manos y haciéndose pequeños para que no los vieran y se los llevarán.

Fácilmente podrían ser más pacientes del hospital de no ser por su ropa blanca y el largo y rubio cabello de Jimin. Ya estaba empezando a dudar si tenerlo tan largo era una buena idea, pero luego de un rato se deshizo de esa idea absurda, el amaba su cabello largo.. Aunque no había a ningún hombre tenerlo tan largo como él, cosa que se le hizo muy extraño.

Quizás les de calor, pensó Jimin.

Faltaban pocos chicos ya y cada vez la mano de Taehyung hacía más presión en la suya propia, estaba empezando a sudar de los nervios que tenía. No confiaban completamente en el doctor Jin pero hasta ahora era su única ayuda para no ir a ese tal orfanato. Desde preguntaría que era eso, por ahora ni su respiración se sentía en el lugar.

—Él vendrá— susurró Taehyung más para confirmarse el mismo que para decírselo a Jimin. Esté solo asintió apoyándose de el pelinegro.

Aun era claro, se veía el sol a pesar de que estuviese menos radiante que antes, dedujo que quizás en unas pocas horas llagaría la hora de la cena y no sabía que pensar sobre ello.

O sea, literalmente colgaban de un hilo y dependían totalmente de el doctor para dormir en un buen lugar. Obviamente no sabían si el orfanato era mal lugar pero algo en su interior se negaba a ir y tenía que hacerle caso a su interior, a demás parecía que al cuarto blanco no volverían más ya que ni en un momento han mencionado ir a dormir ahí.

En ese momento Taehyung jalo su brazo interrumpiendo sus pensamientos, entonces miro hacía el frente y un oficial de la policía se encaminaba hacía ellos de forma tranquila, solo que ellos tenían de nervios para arriba menos tranquilidad.

—No.. No.. No quiero minnie— susurraba el pelinegro encogiéndose en su puesto y atrayendo a Jimin a su cuerpo para acurrucarse juntitos.

—Estaremos bien, el doctor vendrá— susurró esta vez el rubio confiando sin saber en realidad si sus palabras se cumplían, pero el doctor les había dicho eso, a el no le gustaban las mentiras, el tutor lo regalo una vez por decir mentiras y le dijo que jamás por lo más mínimo o terrible que fuera dijera mentiras, entonces más nunca volvió a cruzarsele alguna por su mente. Por eso confiaba en el doctor.

El oficial se agacho en cuclillas frente a los dos chicos abrazados susurrandose cosas y los interrumpió.

—Chicos..— dijo en susurro también— necesito que me acompañen, por favor.— y se volvió a levantar luego que los dos chicos se separaron y lo miraron con un poco de miedo— Vamos.. En silencio.

Estos se rindieron y se levantaron siguiendo al oficial.

—Bueno, siempre juntos minnie— susurró el pelinegro agarrando su mano de nuevo mientras avanzaban. Jimin asintió decaído.

—Siempre juntos taetae.— susurró en afirmación.

Vieron a gente parada fuera del hospital, muchos autos con luces y camiones grandes, gente con cámaras y expectantes. El oficial los jalo y los escondió como pudo detrás de él, a medida que avanzaban la gente que estaba con cámaras comenzó a tomar fotos y a hablar mucho. Ambos chicos apartaron sus vistas porque las luces los cegaban horrible, siguieron avanzando con ayuda del oficial hasta llegar a un auto de los mismos que lo habían traído.