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—No, ya te dije que solo quiero que me des besitos.— murmuró el rubio enfurruñado.

—Amor, por favor. Levantate— pidió por séptima vez el azabache tratando de levantarse pero los brazos de Jimin estaban alrededor de su cuello.

—¡Que me des besitos te dije! — pidió esta vez Jimin acercándolo más a él.

Jungkook suspiro agotado, llevaban así media hora, el rubio no lo quería soltar y sus ganas de hacer pis crecían cada vez más, necesitaba aunque sea ir al baño y luego volver y aceptar darle todos los mismo que él quisiese. Aunque debía ir a trabajar, ya llevaba varios días faltando a las tiendas y cerciorarse de que todo estaba yendo bien, era alguien comprometido y responsable, sobre todo con su tienda de tatuajes.

—Solo dejame ir al baño y cuando vuelva no me sueltas, ¿va?

Jimin dudo pero poco a poco aflojo su agarre. Jungkook por fin pudo levantarse y cuando iba a retroceder la manita de su novio agarra la suya.

—Llevame contigo.— dijo mostrándole una sonrisita inocente. Jungkook suspiro y le tendió la mano, Jimin negó alejándola y subió ambas manos sentándose.— cargame.

El azabache rio y con sutileza lo cargo en brazos como un bebé enrollado en sus caderas hasta dejarlo el baño para que hiciera sus necesidades. Luego de que se cepillo los dientes le toco a él hacer pis y a Jimin cepillarse sus dientes y también su cabello, no le gustaba tenerlo enredado.

Después de que terminara se quedo pegado a la pared viendo a su novio peinar su largo cabello, era tan rubio y tan hermoso, tal vez tenía que cortar las puntas y ya. Jimin notó la mirada de Jungkook y con una suave sonrisa le tendió el cepillo blanco.

—Anda, peiname.— susurró por lo bajo, Jungkook asintió y se acerco posicionándose detrás de él, agarro el cepillo que le tendió y con suma delicadeza los paso por su cabello, con una mano agarraba mechones y con la otra pasaba el peine desde la raíz hasta las puntas.— Si llegamos a tener una hija, esto podría ayudarte.— le dijo viéndolo concentrado desde el reflejo del espejo. Jungkook sonrió risueño.

—Entonces debo hacer esto más seguido.

—Me gusta, lo haces suave.— susurro Jimin, el azabache lo miro a los ojos y se acerco más a él bajando el cepillo. Paso sus brazos al rededor de su cuerpo dejando su cabeza en el cuello y hombro del rubio.

—Contigo y con nuestro bebé siempre seré así, tú te mereces mi mejor versión.— le susurró al oído. Jimin llevo su mano al cuello de Jungkook y dejo caricias ahí.

—Gracias, sin ti no pudiera soportar todo lo que esta pasando.

—Somos un equipo, bebé. Será así por siempre, nuestro bebé nos necesita unidos, amorosos y felices.— sonrió bajando y subiendo la mano en la barriguita de Jimin.— vamos a desayunar.

Jimin se volteó y lo beso con ansias, dejándole en claro que él compartía el mismo sentimiento, luego Jungkook lo cargo y los llevo a la cocina donde lo dejo en el mesón, el azabache se encargaría de hacerle su desayuno favorito.

Los días pasaban lentos para la pareja, también las semanas donde la tripita ya no era tan chiquita y se expandía cada vez más haciéndole ver una enorme panza de embarazado, estaba más delicado, más mimoso y los invitados más frecuentes al apartamento del mayor.

Taehyung estaba en condiciones más delicadas pero con un embarazo sano, tenía que seguir bebiendo las pastillas recetadas por el doctor K, no hacer muchos movimientos fuertes y caminar para hacer que sus piernas circulará la sangre.

Fenómeno➸Kookmin©Where stories live. Discover now