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Jungkook estaba que gritaba de la rabia que sentía, no podía aguantar más, era débil contra Jimin, solo necesitaba besarlo y abrazarlo de nuevo pero el rubio seguía ignorándolo desde que llegaron del centro comercial.

Fue una odisea hacer que se montara en el auto para ir de vuelta al apartamento, en verdad que la había arruinado al insistir con algo sabiendo la poca tolerancia que el rubio tenía con el tema, sin embargo no era para que Jimin dejase de hablarle, estaba exagerando pero eso no lo diría.

Ya le había pedido disculpas muchas veces, Jimin lo único que hacia era arreglar la ropa que había dejado botada en el piso, ignorándolo.

Cuando termino volvió a intentar, hasta hizo el almuerzo, Jimin se lo comió callado e inclinándose en forma de agradecimiento se fue a la habitación de invitados para ver la poca ropita de bebé que había comprado. Ahí es donde Jungkook ya no aguantaba, el rubio se había encerrado en la habitación y no había salido desde hace un buen rato, la noche ya estaba cayendo y aun no salia.

La realidad es que primero Jimin lloro en silencio mientras sacaba la ropa y olía las lociones para bebé que usaría de ahora en adelante para su barriga, luego se acostó dándole caricias a su bebé, miro un poco de televisión y sin darse cuenta había caído en un profundo sueño.

Lo único que lo despertó fueron las terribles ganas de ir al baño, como la habitación de invitados no tenía baño, ajuro debía salir pero lo estaba pensando seriamente, no quería hablar con Jungkook todavía, aun estaba confundido y dolido por la actitud del mayor, para qué insistir en algo que ya habían hablado, no entendía.

De igual forma se regaño por aguantar las ganas, tenía un bebé abordo y una vejiga  presionada no debía hacer eso, así que con delicadeza salio del cuarto corriendo al baño.

Ahí no tenía sus cremas y todos sus productos, solo jabón y champú, quería bañarse, su cuerpo se sentía sudado. Nuevamente no podía hacerlo en ese baño porque necesitaba sus cosas, no quería entrar a la habitación que compartían ambos pero debía. Hizo sus necesidades y salio a la sala buscando algo que masticar.

Unas galletas de avena fue lo primero que consiguió, río para sus adentros y se guió a su invernadero sentadose en la silla que estaba ahí. El cielo estaba oscureciendo, ya las nubes se disolvían y hacia un poco de frío, la vista era bonita, aun así no era para quedarse mirándola por horas. Cuando termino el paquete de galletas se levanto para darse en baño de agua tibia.

La habitación estaba sola, quizás Jungkook no estaba, así que ignorando cualquier otra cosa se quito sus prendas quedando desnudo y siguió al baño, a lo que cerro la puerta dio un brinco.

—¡Ah!— chillo agarrando su pecho del susto, Jungkook también estaba en el baño desnudo echando esencia de fresa a la tina— Disculpa.— se limitó a decir abriendo de nuevo la puerta, no pudo salir porque una voz lo detuvo.

—Espera, Jimin...— el rubio dejó su mano en el pomo de la puerta pero no se volteo a verlo, solo espero a que hablará.— Amor.. Disculpame, de verdad no se que me paso, solo quiero que todo este bien en tu vida, en nuestra vida.— susurro el azabache contiendose, se acerco a la espalda desnuda de Jimin y beso sus hombros con cariño.— No estés más molesto, te necesito. Te amo.. por favor..— susurró a medida que seguía besando la nuca, paso al cuello y luego giro el cuerpo desnudo de su novio para besar su rostro, bajando de nuevo por su cuello y pecho, buscando con su lengua los pezones sensibles de Jimin.

Fenómeno➸Kookmin©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora