La Leyenda de Korra: Mako | Ya verás

2.2K 128 0
                                    

Canción-OST: "Fuera de este mundo" de Rubytates.

Tiempo estándar de lectura: 00:05:24

Palabras: 1137.

*******

Y así fue.

—¿Qué haremos después?

Siempre llevabas ese pensamiento.

—¿Por qué lo dices?

Este era el momento que lo decidía todo, la batalla final. El partido que podría cambiar sus vidas después de todo lo que ha pasado.

Borrón y cuenta nueva, se lo hiciste saber a aquel muchacho desde un principio. Comprendió que siempre tuviste razón y que la confianza, esa que compartías como hombre junto con él y que lo habías acompañado desde muy joven, siempre había sido certera.

—Ciudad República ya no tiene el mismo futuro que el de hace muchos ayeres... ¿O qué te parece? ¿Qué es lo que tu piensas?

Recuerdas su mirada antes de volver a responder el ataque. Sus ojos claroscuros, su piel cálida, su cabello castaño hecho un aliño. El hermano mayor, Mako, era tu amigo y hermano del alma. Él dirigiría esta vez la operación final. Justo apareciste cuando más te necesitaba.

—No sabría decirlo del mismo modo, (t/n).

Miraste a un lado, a los dos hermanos que compartirían la gloria en caso de lograrlo. Sonó el timbre y empezó el partido. Sacaste agua y aprovechaste para azotarla contra los oponentes y haciendo que uno cayera para atrás. Los demás comenzaron la ofensiva e inició el "baile" de batalla en el ruedo.

—¿Por qué, Mako?

—No sé... ¿Cómo puedo decírtelo?

—Puedes hacerlo... No importa, yo estoy para escucharte.

—Te lo agradezco pero... Viejo... ¿Se podría decir que me siento solo?

Te fuiste desplazando con el ritmo de la batalla, atacando y bloqueando por instinto y sin querer fallarle a ninguno de los dos. Uno y uno a favor de cada equipo. Se sentían los nervios en el aire. Pero sabías que Mako y Bolin lo iban a hacer junto a ti, sin duda.

—No quisiera abandonar Ciudad República. No me siento acostumbrado a estar solo.

—Pero no estás solo. Estamos Bolin y yo.

Intentaste reincorporarte eliminando el agua de tu ropa cuando el ascensor los trajo de regreso. Bolin y Mako sabían poner el estilo y no perdían la compostura, aunque por dentro tu solo pensabas en cómo devolver las miradas de odio a los oponentes de "pro-control".

—Lo sé... Lo sé...

—Aunque es cierto que a veces es necesario estar solo... Pero, no lo esperaba de ti, Mako.

—¿Por qué lo dices?

—Por cómo eres... En cambio, bueno... Yo los veo a ustedes y me siento diferente. ¿Comprendes?

Mako te analizó con la mirada, esperando a que siguieras hablando. Suspiraste.

—Es normal sentirse solo y aprender de ello. No he encontrado la paz aquí y ni en otro lugar, así que a veces me refugio en mí pero no es suficiente. ¿Es así como te sientes?

—Podría ser... ¿Cómo es posible que pienses tanto en algo así?

—Somos humanos, Mako, es normal.

De nuevo al ruedo, llegaba el final. La ronda decisiva que podría cambiar nuestras vidas para siempre. Ganamos y terminamos. Observaste a los tres maestros, sus competidores, que se interponían en su camino, se pusieron a diseñar la estrategia a voz baja. Los hermanos supieron coordinarse bien, y por un instante querías estar más cerca de él.

—Tú eres bueno en lo que haces, Mako. No es normal sentir que cargas el peso del mundo sobre tus hombros, y con todo lo que pasó, yo lo entiendo. Y te respeto por eso.

—Gracias, (t/n). En verdad necesitaba escucharlo.

—¿Y qué quisieras hacer?

—¿Seguir en el pro-control? No creo. Y he lastimado a muchos al hacerlo. Incluyéndote a ti y a Bolin.

—¿Qué? Viejo, vamos, no digas eso.

—¿Entonces? No tendría sentido discutirlo, (t/n). En cierto modo, solo quiero ver qué pasa en las finales.

—De acuerdo, si tú lo dices.

—Bueno, ¿Qué más puedo hacer? Soy como todos los demás, así que pensé que haría algo que quisiera hacer.

—¿Y qué te gustaría hacer?

Los tres se separaron y se acomodaron en el ruedo. El timbre sonó.

—¿Tú que quieres hacer, (t/n)?

Notaste que los tres maestros ya estaban cansados y notaste una desviación en su postura. Se procede al siguiente ataque. Los tres atacaron, primero Mako y tú apuntaron al maestro tierra mientras que Bolin hizo caer a la maestra agua.

Tres contra uno, por fin. Era el momento.

—No respondiste mi pregunta.

—No importa, (t/n).

El maestro fuego se vio atrapado frente a ustedes y lo sabía. Comenzó la adrenalina masculina correr entre ustedes, como si fuera un enervante. Levantaste la mirada hacia Mako, recordando de nuevo la conversación.

Sentiste un poco de debilidad, dejaste responder a los muchachos un poco más ante ti respondiendo ante la osadía del maestro fuego para evitar la caída. Mako apunta certero con unos cuantos golpes, se da la suerte y la batalla estaba terminada.

—Pues nada está escrito, pero creo que en Ciudad República los tres ya dimos lo nuestro. ¿Y tú?

Los tres oponentes ya estaban en el agua. Los Hurones de Fuego han ganado, por fin.

—Te lo haré saber, lo prometo.

—¿Cuándo?

No lo podías creer. Estabas tan sorprendido.

Quedaste en estado de shock, sorprendido, casi paralizado hasta que Bolin se acercó a ti para envolverte en un abrazo y luego Mako también se acercó. Gritaron de alegría y levantaron los puños en el aire. Por fin todo comenzaba a salir bien.

Y cuando regresaron, cuando se acabaron los reflectores... Mako te tomó entre sus brazos y te hizo girar hacia él. Lo miraste. Una gran sonrisa se ponía en su rostro. Suspiraste, retrocediste un poco y buscabas inclinarte sin pensar.

Pero él ya sabía lo que iba a pasar.

—Ya verás.

Mako acortó la distancia y se acercó hacia ti con sus labios encima de los tuyos. Te sorprendió. No fue suave al acercarse. En ese momento, cuando terminaste de sentirte sorprendido, sentiste algo diferente. Te sentiste libre, con los sentimientos reprimidos a flor de piel siendo soltados en el beso de ambos. Sus brazos te acercaron más y envolviste sus brazos alrededor de su cuello.

Mako sintió algo extraño, bastante extraño. Era algo que nunca había sentido. Había besado más bocas y había abrazado a más personas, pero esta vez se sentía diferente y especial. Esta vez dejaba la confusión de lado. Se sentía único, distinto. Se sentía como en verdad era, y en paz consigo mismo. Mako profundizó el beso y sacó su lengua, haciéndote estremecer. Regresaste la mirada cuando se terminó. Parecía que todo había desaparecido y solo estabas con él entre todo lo existente.

Lo abrazaste entre lágrimas pero con una gran sonrisa estaba plasmada en mi rostro. Hubo silencio por un momento antes de que comenzara la llamada de nuevo para marcar el punto final.

Le dijiste que lo amabas, y de nuevo regresaron al ruedo pero para avanzar hacia el futuro, un trofeo y una foto. Y, ¿Por qué no?, hacia lo que ambos necesitaban.

PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora