PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)

One-Punch Man: Saitama | El mejor cualquier otro día del mes

[N/A (Nota publicada originalmente en Marzo 2020): Dicen que soy malo, y que a veces no cumplo. Pero, hay cosas que a mí nunca se me olvidan. Así que date por bien servida].

Canción-OST: "Sur" de Little Jesus.

Tiempo estándar de lectura: 00:08:00

Palabras: 1727.

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Por fin había llegado ese genial día del mes que representaba alegría para ti. En tu bolsillo llevabas suelta tu tarjeta de débito. Un plástico genial que llevaba decenas de hilos metálicos dentro para evitar que fuera robada. No es que quisieras sonar materialista, pero cada vez que entrabas sentías que era tu lugar favorito del mundo. Pero, ¿Cómo es posible darle cariño a cosas tan mundanas cómo estás? Saludas a los guardias de seguridad de la entrada, dejas tu mochila en donde servicio al cliente y sacando antes tu bolsa para "el mandado". Estaba hecha de tela, pero era resistente.

—Día de compras —susurras.

También llevas en mano el folleto con las ofertas del mes, y revisas lo que te pueda llamar la atención.

El supermercado. Uno de tus lugares favoritos en Ciudad-Z, precisamente el más grande de la ciudad. Era pacífico para estar ahí, incluso trabajando. Ya tenías experiencia en estas tiendas. Ahora estabas como otro tipo de empleado, de oficina precisamente, en alternativa como alejamiento que te ofrecieron desde (t/p) a la isla del sol naciente.

Descontando perdidas e impuestos, podías darte algunos lujos. Pero de todos modos debías racionar.

Café de cafetera, galletas, un cereal especial que comprabas para poder soportar el turno de la mañana, audífonos de desecho nuevos, desodorante de aerosol y quizá algún plástico nuevo para realzar tu independencia en tu vivienda. Ese era, supuestamente, tu plan.

Caminabas delicadamente sobre los pasillos de dicho lugar, notando algunos productos que había. Era nuevo, en cierto modo. Había cosas de todo tipo.

Curiosamente, tú no sueles comprar productos congelados, frutas, verduras o ese tipo de cosas. Pero esta vez, esta vez era diferente. Rápidamente te acercas hacia un refrigerador de los varios ubicados y tomas un bote de helado.

Te distraes un momento, obviamente con el refrigerador cerrado intentando escoger que más ibas a llevar. Para tu mala suerte, tu canastillo se encontraba interrumpiendo el camino hacia otro de los refrigeradores.

—Disculpa...

No lo hiciste con mala intención.

—Disculpa...

Por fin lo escuchaste. Volteaste la mirada hacia de dónde provenía la voz, y de inmediato te sentiste pequeño.

—Ay... Perdón.

Incómodamente te alejaste de él, bastante.

Viste a aquel hombre, imposible de olvidar y de no reconocer, tomando algunas cosas como si fuera cualquier persona normal. Reconociste su traje, sus guantes rojos, y obviamente su cuerpo formado, su cabeza calva y su mirada inexpresiva.

—¿Qué?

No dejabas de verlo.

—Perdón... Perdón... Es que... Bueno...

"Rayos, ¿Por qué estoy tan nervioso?", piensas. Diste media vuelta con tus cosas en tu canastillo. Y procediste a seguir el paso.

Sí, era Saitama, el único, el gran superhéroe. Bueno, muy pocos lo veían como tú. No es que fueras un fanático desquiciado de él, pero admirabas lo que hacía. Incluso a pesar de lo que decían y de cómo lo culpaban de "destruir la ciudad". Total, de los males los bienes.