PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)

RWBY: Mercury Black | Potencial

Canción-OST: "PDA" de Interpol (les recomendamos mucho este grupo).

Tiempo estándar de lectura: 00:07:22

Palabras: 1565.

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Te prometió que nunca te iba a dejar solo, pero no con esas exactas palabras. Te dijo que podía ayudarte con todo para que pudieras alcanzar tu potencial, pero no con esta misma frase. Te dijo que eras su mundo, pero lo mostraba en actos.

Y ahora, que el fin del mundo estaba presente, que ahora esperaba por alejarse de todo y continuar. Necesitaba lo último que le hacía falta. Lo que ya sabías, lo que no le dijiste a nadie, lo que pudo haber marcado un antes y un después.

Es todo lo que puedes decir de él, si alguien te lo preguntara.

Mercury Black te mira fijo, sus ojos grisáceos buscan inspeccionar cada centímetro de tu cuerpo caído, pero sentado, en el suelo. Mientras la fumarola de su destrucción se ve desde lejos.

Y recuerdas. Y piensas.

Y sabes que él no era así, pero algo pasó.

Recuerdas ese primer día en el que llegaste a verlo, cuando el torneo en Beacon ya robaba los pensamientos de varios estudiantes, pensando que serías otro estúpido niño con pasado oscuro y que soñaba con cambiar el mundo. No recuerdas quien dijo esa frase, recuerdas que la escuchaste de otra persona como si fuera una narración de tercera persona. No lo recuerdas.

Solo vas enfocado en tu camino, en intentar no perderte, en no parecer bastante obvio. Das media vuelta, con el fin de acercarte a la estructura estudiantil. Lo viste cerca solo por unos segundos.

Oíste como carraspeó la voz, en el momento preciso cuando su hombro chocó contigo, haciéndote doler. Esperabas que no lo hubiera hecho con mala maña.

—¡¿Cuál es tu problema?! —Le gritas, notando que no regresará a verte.

Escuchas su burlona risa.

—Ninguno... ¿Cuál es tu problema?

Pensabas que la vista te estaba fallando, porque no creías lo que estabas viendo. Aquel chico era alto, bastante, de piel pálida, su cabello se tornaba entre un violeta oscuro y casi cercano al gris, quizá por la vista de la luz, y tenía el cuerpo formado cubierto en prendas negras y grises.

Te sonrojaste.

—¡¿Cómo te atreves?! Iba caminando normal y tú me golpeaste.

—¿Y?

—¡¿Cómo qué "y"?! ¡¿Me estás jodiendo?!

—Ya tranquilízate, viejo. Bien... Lo siento. Perdón por golpearte, ¿De acuerdo?

Suspiraste, llevándote una mano a la cara, y ladeaste la cabeza un poco. Después, volviste a verlo de frente. Ahora sonreía, haciéndote perder el enojo.

—Gracias... Y perdona por ponerme histérico.

—No hay problema. 

—¿No?

—No... Es agradable ver que no todos son tan permisivos. ¿Te sabes defender?

—Podría decirse que sí. Puedo hacerlo.

Esboza una pequeña sonrisa y escuchas como suelta una pequeña risa entre sus dientes.

—Mercury Black —añade, acercándose hacia ti con la mano alzada.

Sonríes.

—(t/n) (t/ap), un placer, Mercury.

—No. El placer es mío, (t/n).