PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)

Haikyuu!! - Bokuto Koutarou | Simple admiración

Canción-OST: "Fine Mess" de Interpol.

Tiempo estándar de lectura: 00:05:04

Palabras: 1267.

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Tu admiración por él había iniciado desde el día que te recogió del suelo cuando estabas ayudando al club de fotografía y al de periodismo de la Academia Fukurōdani y su lanzamiento del balón te cayó violentamente en la cara.

Aunque ya se conocían de antes.

"—¿De verdad?

"—Sí. A mí me gusta. Y no te sientas mal que te digan "Búho". Los búhos son bonitos y majestuosos.

Esa respuesta siempre te acompañaba cuando estabas cerca de él. Y eso había pasado hacía mucho, pero mucho tiempo.

Viste como saltaba en dirección a evitar la red. Podías notar como los músculos de sus piernas ondeaban y se tensaban para golpear la pelota de voleibol que sirvió. La sonrisa de entusiasmo en su rostro mientras lo hacía y el brillo en sus ojos fue suficiente para enviarte, metafóricamente, al espacio sideral. Pero si algo te gustaba más era seguir como eras. Un extraño. Un extraño que mira a las personas por las espaldas. Y eso también te gustaba.

Y sonríes internamente porque aquel muchacho, conocido como Bokuto Koutarou, tenía una estima especial por ti a pesar de que no practicabas deportes.

Y más aún, que solo Bokuto había sido capaz de prender fuego a tu corazón de esta manera, algo que no podías entender por mucho que lo pensaras y hasta te causaba miedo.

Seguías de nuevo ayudando al equipo de ambos clubes, apoyabas en uno y pertenecías al otro a veces con miras de tener un buen currículo. Y la cámara lo nota.

Cuando aterrizó y te miró, ansioso por tu aprobación, tuviste que alejar la cara para ocultar el rubor que se expandía. No podías mirarlo a los ojos. Desafortunadamente, cuando lo hiciste, de alguna manera te las arreglaste para tropezar con uno de tus cordones, haciéndote tropezar con Bokuto, a tu lado en un segundo.

Los dos estaban a nada de caerse pero él te sostuvo con cuidado, acercando sus brazos lentamente hacia ti y dándote un abrazo involuntario.

—Ay, gracias, Bokuto... —murmuraste, enterrando tu rostro en su hombro mientras te abrazaba.

Pero por alguna razón el capitán del equipo se negaba a dejarte ir cuando empujaste sin entusiasmo sus brazos. No tenías que mirarlo para saber que tenía esa sonrisa tonta y amorosa en su rostro que era toda suya.

Esa sonrisa que te había enamorado.

—¡No hay problema! —Lo dijo con esa bella sonrisa—. ¡Puedes caer en mis brazos cuando quieras, (t/n)!

—¡No hablarás en serio! —Le contestaste con una breve risa.

Los dos comenzaron a reírse con entusiasmo y fue cuando por fin te soltó. La hora límite había llegado y el entrenador del equipo mandó a todos a descansar. Lo único que te interesaba del asunto era Bokuto.

—Perdona, ya sé que tengo un mal equilibrio, Bokuto.

—¡Hey, (t/n)! ¡No digas nada más! No tiene nada de malo... Mientras yo esté aquí, claro.

—Bueno, ustedes son el orgullo de la academia así que es probable que te siga tomando o editando fotos para las revistas. Te verás muy bien para la Primera División. Ya te imagino en los escaparates, niño.

—¿De verdad? ¡No creo! ¡Y no con este cabello!

—¡Vamos! —Los dos se acercan con cuidado a las gradas del gimnasio—. ¡Te ves bien! ¡Eres muy guapo! Ah, ¡¿Quiero decir?!... Ah... Se te ve muy bien.