Percy Jackson | La sangre no siempre es más espesa

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Canción-OST: "We Can Make This Right" de CASTLEBEAT.

Tiempo estándar de lectura: 00:10:51

Palabras: 2272.

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El ambiente jovial y animado que se vivía en la Cabaña de Hermes no se había pasado a la Cabaña de Poseidón, conocida por el beneplácito del silencio por tener a pocos inquilinos en ella. Si pudiéramos entrar a dicha estructura no veíamos risas, juegos o diversión como la que habían semanas antes donde se reunían los "indeterminados". Justo antes de que descubrieras quien era tu padre divino, y que la suerte de las regiones de ríos y mar de (t/p) no parecían ser una simple coincidencia en tu familia.

Pero eso no era lo malo.

Lo malo era que en la Cabaña de Poseidón había dos inquilinos que, hasta antes de ese descubrimiento, se llevaban muy bien. Bastante bien. Eran muy cercanos. Y en esa cercanía buscaban dejar atrás los errores que habían cometido. Pero resultaba que las visiones de los dos no eran del todo certeras, y eso no ayudaba para olvidar que la sangre es más espesa que el agua.

El agua y la sangre, en cierta medida, te unían a Percy Jackson. El héroe del Olimpo, el semidiós con algas en vez de cerebro, el salvador de mil batallas, el elegido para reconstruir y destruirlo todo según el humor de El Óraculo.

Hasta antes del descubrimiento, la cercanía de ti hacia Percy era como la de mejores amigos. Haciendo bromas, hablando de tonterías, él acompañándote para que no te sintieras solo en lo que descubrías quien era tu padre divino, entrenando y demás deberes que se hacían en el Campamento Mestizo. Algo sintió dentro de sí al verte, la necesidad inmediata de acercarse a ti y estar a tu lado. En cuanto lo viste, no pudiste negar que tu corazón empezó a latir con fuerza ante la necesidad de sentirte más cercano al héroe del Olimpo.

Pero todo cambió cuando en el juego de "Captura la bandera" todos descubrieron la singularidad que te unía a él, así como a ciertos monstruos y a otros semidioses como los cíclopes. Que si bien no era del todo igual a sus capacidades, si mostraba la inminente cercanía entre los dos.

»—¿Cuándo volverás? —Le preguntas.

Él solo recoge cosas con cuidado. Tiene otra misión. No te dice exactamente lo que va a hacer. Pero intuye en el tono de tu voz la preocupación fraterna ante los destinos temibles que surgen entre sus linajes.

»—No lo sé, (t/n)... —Dice con dificultad.

»—Ve con cuidado, Percy. Por favor. No quiero que te pase algo malo.

Antes, tiempo antes de que supieras la verdad, la algarabía era lo que se sentía entre los amigos cuando se anunciaba que Percy tendría que ir de misión. Pero ahora solo quedaba un recuerdo de esa alegría burlona y era reemplazado por una súbita preocupación.

»—Te prometo que tendré cuidado.

Y los dos se despiden normalmente. A él también le cuesta pronunciar esa palabra, al igual que tú. Si no es que más. Y no es que fuera el hecho de que tú no fueras humano como él. No, los dos pertenecían y bateaban para el mismo equipo. Pero las emociones dentro de ustedes comenzaban a jugarles una mala pasada.

»—Hasta luego... (t/n)...

»—Cuídate... Y mucha suerte.

Lo miras partir y sigue siendo tan diferente de ti.

¿Cómo podía serlo? Si tu no tenías ni el color de sus ojos, ni el color de su piel, ni el semblante de su rostro, ni la textura de sus cabellos, ni hablar de la diferencia de alturas, mucho menos su edad, y tampoco en los padecimientos que enfrentaron y el tono de sus voces. Más aun, habían vivido en escenarios distintos con mujeres distintas que los habían traído al mundo con dificultades diferentes.

PersonajesxMale!Reader (Yaoi - Volumen II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora