Capitulo 6: Simplemente fue una coincidencia

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— ¿Te gusta?

— ¡Me encanta! No creí que se vería tan genial. —Decía con un brillo de entusiasmo en sus ojos— ¡Mamá, mira lo que armamos papá y yo!

Eren levantó la mirada para encontrar a su madre sobre la mesa comiendo un helado que parecía tener de todo un poco. Hanji bajo la mirada de su artículo de animales y miró asombrada la enorme pista de autos que los chicos habían armado en la sala.

— ¿Armaron todo eso tan rápido?— Eren asintió sonriente y orgulloso de su trabajo, aunque el que hizo todo fue Erwin, pero para él fue trabajo en equipo.— ¡Está asombroso!

— Y aun hay más —Erwin presiono un botón en la parte baja de la pista haciendo que se encendieran luces de diversos colores. Por la expresión asombrada de Eren pudo notar que le había fascinado.—, resistente al agua y brilla en la oscuridad.

— Eso es magnífico, te luciste con el obsequio hombre. —Dijo Hanji poniéndose de pie para acercarse a la nueva pista de Eren.

— Lo mejor para mi hijo. Claro, siempre y cuando sea agradecido con las cosas. —Repentinamente sintió los pequeños brazos de Eren abrazarlo, él estaba sentado en el suelo mientras el menor estaba de pie, y eso le daba ventaja al pequeño con respecto a la gran diferencia de altura entre ambos.

— ¡Gracias por darme el mejor regalo, te extrañe mucho papá! — Exclamó cariñosamente— me gusta cuando estás en casa con nosotros en lugar del trabajo, ¿Por qué no lo dejas y te quedas aquí con mamá y conmigo?

Erwin miró con ternura al pequeño, él también extrañaba jugar con Eren cuando pasaba semanas fuera de casa debido al trabajo, por esa razón procuraba darle lo mejor y pasar el tiempo necesario con él cuando regresaba a su hogar.

— Yo también quisiera quedarme aquí contigo campeón, adoro pasar tiempo contigo y tu mamá pero el trabajo es mucho —El pequeño bajo la mirada, y en ese momento Erwin lo sento en sus piernas—. Pero, intentaré venir más seguido ¿Ok? No te pongas triste.

— ¿Lo dices en serio? —Preguntó levantándose la mirada para ver los ojos azules de papá.

— Nunca te diría una mentira, mi palabra es sagrada y siempre que prometo algo lo cumplo ¿No es así?

El pequeño sonrió y asintió levemente, su papá era la persona más honesta que había conocido en sus pocos años de vida y confiaba plenamente en él.

— Entonces es una promesa, — Con cuidado abrazo al pequeño entre sus grandes brazos, y con delicadeza beso su cabellera castaña— ¿Qué te parece si vamos a comer algunos dulces?

— ¿Tan temprano? —Pregunto intrigado, normalmente él le impedía comer dulces a esas horas de la mañana.

— Haremos una excepción el día de hoy, —Él se levantó del suelo tomando al niño por las axilas para cargarlo entre sus brazos con cuidado— no todos los días se cumplen años, hay que celebrar.

— Ehh, yo también quiero dulces, no se los acaben todos.

— Te traeremos un poco, tranquila mamá. —Respondió Eren sonriendo alegremente hasta que ambos varones se fueron de la vista de Hanji, yendo a la cocina por dulces.

Hanji al quedar sola suspiro para luego limpiar sus gafas con la manga de su camisa color cacao, no tardó en sentir una bola de pelos acurrucarse entre sus piernas en busca de comida y algunas caricias. Ella sonrió al ver al felino de rayas e instantáneamente lo tomó entre sus brazos, sobando su pelaje con delicadeza.

— Parece que alguien decidió volver, me van dicho que has estado de ligador con las gatas de los vecinos, si sigues así tendremos que tomar medidas, eh. —Dejó al gato frente a un plato rojo vacío, ella le sirvió una lata de comida para gatos en el mismo y procedió a acariciar su pelaje mientras el felino comía.

Viejas heridas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora