Capitulo 3: Vínculos de la infancia

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Sus piernas se movían de arriba a abajo ansiosas, llevaba un rato usando el teléfono de su papá intentando llamar a su mamá desde la noche anterior, mas se le había hecho tarde y la mandaron a dormír, ahora eran las 6 de mañana y ella esperaba que ella descolgara el teléfono.

—¿Hola? — Habló la persona descolgando la llamada.

Sus ojos oscuros brillaron con ilusión al escuchar su voz otra vez después de tanto tiempo.

— ¡Mami! —Exclamó colocando el teléfono sobre su oreja — Te estuve llamando desde hace rato, ¿Estás ocupada?

—Ah, ¿Mikasa? no esperaba tu llamada.

Sintió su pecho retorcerse ante aquella seca respuesta, pero su sonrisa seguía allí congelada en su infantil rostro.

— Eh ... Papá me prestó su teléfono para llamarte —Su voz bajo 2 tonos —, como ... Como tú no viniste a casa ayer pensé que te haría feliz que te llamará, pero veo que estás ocupada.

— No, no, tranquila hija, puedo dejar eso para luego. Dame un minuto.

De el otro lado del teléfono Mikasa logró escuchar el pacífico sonido del mar acompañado de un tenue y relajante viento de fondo, sin mencionar que escuchaba algunas voces de gente alrededor. Poco a poco el sonido fue haciendo más lejano hasta que su madre regreso a la llamada.

— Listo, ¿Qué me decías, nena?

— ¿Estás en la playa?

— E-eh no ... — Habló nerviosa y termino por admitir — Bueno sí, estoy en la playa pero no precisamente de vacaciones, es trabajo, ya te he dicho.

Mikasa guardo silencio, esa excusa la había escuchado tantas veces que hasta era común.

— Hey, ¿Por qué tan fría? Mami contesto la llamada, entonces dime ¿De qué me he perdido?

— ¿De verdad quieres saber? ¿No tienes trabajo?

— Tengo, pero puedo darle unos minutos a mi hija, así que vamos, cuéntame.

Mikasa se recostó sobre el sillón perfectamente arreglado, contándole a su querida madre sobre lo acontecido los últimos días hasta que llegó a hablar sobre su nuevo amigo.

— Oh, También tengo un nuevo amigo en la escuela — Comentó jugando con su cabello—. Su nombre es Eren, es nuevo y papá me dió permiso a traerlo con nosotros a comer helado e incl-

Detuvo sus palabras al escuchar a su madre charlar del otro lado de la línea, obviamente no le estaba prestando atención y eso le molestó.

— ¿Mamá sigues ahí? —Preguntó — Mamá ...

Lynne tardo un par de segundos en  percatarse de los llamados de la niña.

— Ah, sigues ahí Mikasa, me distraje un poco — Al no recibir respuesta pregunto con cierta incomodidad— ¿Qué me decías de Yeiden?

— Eren, mamá, Eren —Corrigió —. Y te decía que Eren es mi nuevo amigo, y su mamá me prometió llevarme a correr con ellos pronto.

— Oh, me alegra ¿Qué dice tu papá?

—;Ehm, pues ... La señora Hanji logró persuadirlo y lo termino convenciendo, ella es muy agradable deberías-

—¿Hanji? — Preguntó repentinamente la mujer. Mikasa solo afirmó dudosa — Linda, disculpa te interrumpa pero tengo cosas que hacer en un rato y quiero hablar con tu papá antes, ¿Me lo pasas?

Mikasa se guardó su opinión nuevamente, así era siempre con su mamá y parecía que no iba a cambiar nunca. Suspiró ocultando su decepción y camino hacia la cocina donde estaba su papá cocinando el desayuno. Le entregó el teléfono avisando quién era y se fue a sentar a la mesa a esperar su comida.

Viejas heridas Where stories live. Discover now