Capitulo 8: Egoísmo

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Para su buena fortuna Petra no dudo en darle el contacto de su amiga Nifa, quien además de ser su compañera en la universidad también era miembro de una página en internet para obtener facilidad a la hora de conseguir a alguien a cuidado de los niños. Esa tarde tomó la hora de su almuerzo para encontrarse con esa joven durante la salida de su última clase, gracias a su fiel asistente que le brindo el horario de su amiga pelirroja. No pasó demasiado tiempo hasta que diviso su rostro entre un grupo de jóvenes saliendo de clases. Nifa, al encontrarse con la mirada penetrante de Levi se acercó curiosa por su presencia.

— ¿Tú debes ser Levi, no es así? Soy Nifa, nos vimos en la casa de Hanji.

— Se quién eres, precisamente vengo para hablar contigo. Te invito algo en el restaurante de enfrente.

Nifa rasco detrás de su nuca con una sonrisa que reflejaba sus nervios.— ¿Ahora? Es que había quedado con unos compañeros para estudiar.

Al mirar sobre su hombro pudo ver a los amigos de la chica esperando a que diera por finalizada la charla con aquel sujeto. Odiaba ser apresurado, pero necesitaba del permiso de aquella niñera para cumplir con su objetivo.

— Bien, te lo diré sin rodeos. Necesito que me dejes a Eren mañana.

— ¿Eh, a Eren...? —Repitió evidentemente confundida— Hanji no me dijo nada de esto, ¿Es una cita de juegos?

— Hanji me dió el permiso para que ese mocoso fuera a jugar con Mikasa mañana después de sus clases — Al notar la expresión en su rostro noto no estaba totalmente convencida por lo que decidió proseguir—. ¿Qué mierda con esa cara? No pienso robarlo, si es lo que piensas.

— No, no es eso lo que me hace dudar, sólo me parece extraño que Hanji no me haya avisado algo tan importante.

— ¿Te importa tanto cuidar de mocos? Aprovecha tu jodido tiempo libre en otra cosa mientras yo me encargo.

— No me malinterprete. Cuido de Eren como si fuera mi hermano pequeño desde que él era un bebé, Hanji y Erwin me otorgaron tal confianza y gracias a ellos estoy estudiando lejos de mi pueblo natal. Hablaré con Hanji primero, no es que no confíe en su palabra, es sólo para asegurarme. ¿Le parece? — Preguntó con una sonrisa sincera en su rostro.

— Ya veo, llámala si eso quieres.

— Bien, lo haré más tarde. ¿Podría pasarme su número para infórmale cualquier cosa del asunto?

Accedió. Nifa saco su teléfono celular del bolsillo, apenas Levi le dió un vistazo a aquel aparato pudo notar que ella no contaba con demasiado dinero. Sin embargo apartó su mirar hacia las calles pasando del asunto, procediendo a dictar su número telefónico.

— ¡Ya está! Se lo agradezco, después de hablar con Hanji lo llamaré. Ahora si no hay más que hablar, debo irme, tengo un examen importante pronto y quiero estar lista para el.

Se despidió con una leve reverencia para luego darle la espalda al hombre de vestimenta policial, yéndose junto a su grupo de amigos que estuvieron esperando a una distancia prudente de ellos para darles privacidad. Al perderla de vista reviso su reloj. Esperaba no tener que pedirle algún permiso a Hanji o a Erwin para poder pasar tiempo con Eren, creyendo que podía tomar provecho del papel de Nifa como cuidadora del niño. Estaba consciente de lo irresponsable y egoísta que era al hacer eso, pero estaba desesperado por conocer a aquel que en su cabeza ya se había grabado como su hijo. Era injusto llegar así a su vida, pero tampoco era su culpa, si quiera estaba enterado de su existencia hasta hace poco gracias a Mikasa. Aunque no era la víctima, después de todo fue su culpa. No tenía derecho a reclamar nada a nadie.

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