Capítulo 34 [Final]: La flor que llora bajo la nieve

281 30 6
                                    

No habría pasado más de un par de días desde el incidente de Levi en aquel lugar, pero a pesar de ello volver allí se sentía como si hubiesen pasado años desde la última vez. Se sentía estúpido al pensar en lo mucho que extrañaba su trabajo, incluso cuando no fuese suyo ahora.

En cuanto dió un paso en aquel cuartel, más de una mirada cayó sobre él. Algunos consternados, otros entre asustados a sorprendidos. Levi no había sido sólo un oficial de alto rango, sino alguien que se hizo imponer ante muchos. Temido, respetado y sobreestimado, no estaba acostumbrado a exponer emociones a personas fuera de su círculo, pero fue imposible no abrir levemente sus labios pálidos con sorpresa en cuanto varios se acercaron a él.

Cuando menos se dió cuenta, algunos rostros familiares lo rodearon.

- ¡Teniente Ackerman, ha regresado! - Exclamó un joven rubio llegando tras uno moreno, Erd con unas gotas de felicidad en su rostro seguido de Gunter.

- Te dije que volvería, Zacharius no sería tan imbécil para dejarlo fuera de esta sección. - Habló ahora otro hombre, uno de aspecto mayor y de porte estirado y arrogante.

- No seas mentiroso, Aurou, hasta ayer estabas diciendo chismes de que no volvería. - Le dijo Petra, su asistente y niñera dándole un ligero golpe al hombre, quien apenas y sintió el impacto perdió el equilibrio en su postura y mordió su lengua. Pero a la mujer pelirroja no le importó.- Estábamos perdidos sin usted, jefe. Estos días han sido un infierno...

- ¿A qué te refieres? ¿Qué hay de Riko? - Preguntó Hanji, uniéndose a ellos luego de terminar de hablar con uno de sus subordinados.- ¿No cumple su labor?

La frente de la joven se arrugó consternada, dándole una mirada rápida a sus tres compañeros. Tal como si dudará de hablar, hasta que finalmente lo hizo.

- No es eso, oficial Zöe... Sólo que es demasiado estricta y explotadora. Desde que estamos a su mando, no hemos tenido descanso. No respeta nuestra hora de salida laboral y... - Antes de terminar su oración, dió una mirada de izquierda a derecha con cierta incertidumbre.- actúa como un entrenador militar más que como una jefa. Hace entrenar por horas a todos aquí, incluso a la recepcionista...

Hanji rio.

- Sí, eso suena exactamente a la Riko que conozco. - Comentó hilarante.

- Pero eso importa ahora porque usted ha vuelto otra vez y todo volverá a ser como antes, ¿verdad, señor Ackerman?

Él no respondió, simplemente le dedicó una mirada despectiva a su asistente y en un segundo, la postura de sus tres subordinados se corrompió.

- ¿No volverá todavía, teniente? - Preguntó Gunter.

- ¡Tiene que regresar! Todo esto ha sido muy injusto...

- No hay nada que hacer, Petra. Sí incluso el teniente Zacharius que es un amigo cercano del teniente, opto por una suspensión temporal, no hay nada que hacer.

La joven bufó, expulsando el aire que mantenía preso en sus pulmones ante las palabras de Gunter. Parecía que la conversación pretendía continuar, cuando una nueva e imponente presencia llegó. Riko, cual general militar a penas entro a la sala fue capaz de callar toda charla y ahuyentar a más de una fuera.

- ¿Qué están haciendo aquí afuera? Esto no es un parque o un gallinero para que jueguen a las amigas. - Expulsó con autoridad, señalando a los tres hombres junto a Petra.- Ustedes tres, a su puesto de trabajo y señorita Ralf, la necesito en la oficina con el registro de casos ahora.

- Lo tengo en el computador, sólo necesito imprimirlos, teniente.

Bajo la estricta mirada azulada de su jefa, Petra se despidió silenciosamente de Levi con miedo a reprimenda y se marchó junto a sus compañeros.

Viejas heridas Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon