Capitulo 19: Peleas maritales

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“Dime, ¿cuál es tu situación?”— Fue lo primero que salió de la boca de aquel viejo conocido.

La intriga en el tono de Kenny no podía definirlo con claridad, más que alguna clase de pregunta casual era una especie de cuestionamiento que planeaba que la misma Hanji logrará intuir.

“¿Situación?” — Repitió.— “Pues, si te refieres al trabajo, nos acabamos de mudar hace unos meses y estoy en el cuartel de la capital.”

“Tch, esa no, mujer. Ya debes saber a lo que me refiero.”

Por la expresión de ingenuidad en la castaña, podía definir que ella no tenía ni idea a lo que se refería. Siempre había sido distraída, eso nunca iba a cambiar en ella por lo que podía ver.

“Me refiero al enano.” — Aclaró.

“Oh...” — Soltó.— “Bueno, supongo que estamos bien de momento. De todos modos, ¿por qué el interés? Nunca te ví interesado en meterte en cosas triviales.”

“Y no lo estoy, el enano puede meterse con quien le pique. Pero, tú me agradas, chiquilla, tenemos una historia en común.”

Tenía razón. Y gracias a aquellas palabras, una imágen perdida a lo largo de su memoria regreso después de tanto tiempo de haberla considerado olvidada.

Unas manos tan pálidas como el papel tomaban sus manos morenas, aquel tacto frío era algo que no había sido borrada de su memoria.

“Porsupuesto.”  —Comentó pensativa— “No pude asistir al funeral después de que ella partiera.”

“Me llegaron algunas noticias.”

Evidentemente Kenny aplazó el tema con rapidez, regresando nuevamente a explicar la razón a tanta intriga. Hanji se mantuvo en silencio, esperando prosiguiera sus palabras.

“¿Te has topado últimamente con la mujer del enano?”

“¿Con Lynne?” — Preguntó— “Huh, pues no... Hasta donde sé, ella no ha regresado al departamento de Levi desde hace 5 meses.”

Se detuvo a analizar nuevamente la expresión de Kenny, comenzaba a impacientarse por la curiosidad que la comía.

“Basta de acertijos, hombre. Cuenta qué es lo que pasa, la curiosidad me está matando.”

“Bien.” — Soltó monótono.— “Los padres de esa mujer son gente importante en la ciudad, detestan ver algo salido de su zona de confort y cuando algo amenaza su estatus no dudan en arruinarlo. En fin, ellos te han estado echando un ojo desde hace tiempo.”

“¿Qué? ¿Vigilarme?”

Repetía confusa. Apesar de poseer una posición económica estable, no había grandes razones por la que gente como lo eran los suegros de Levi le tomaran demasiada importancia a menos que...

“Saben algo.” —Murmuró para sí misma, siendo escuchada por Kenny.

“Claro que lo saben, podrían rascarse el culo con sus billetes de cien todo el día, pero cuando ven a alguien amenazar su imagen lo joden.”

“Mierda...”

Apartó su mirada chocolate del hombre para mirar la mesa metálica de aquella zona de comidas del centro comercial. Quería pensar, buscar alguna solución o en recordar alguna anomalía reciente.

[.]

Ignorante a cualquier cosa ocurriendo a sus alrededores, Armin volvió a meter más arena a su molde en forma de estrella marina para al instante ponerlo en el suelo, en la espera de verlo convertirse en una hermosa estrella de arena.

Viejas heridas Where stories live. Discover now