Capitulo 9: Quizás fue la mejor decisión

731 76 89
                                    

Los fines de semana tenían una pequeña costumbre que consistía en ir al centro comercial por las tardes para perder un poco de tiempo, sin embargo, debido al nuevo puesto que tenía Levi tuvieron que posponer la rutina a un domingo por la tarde.

Mientras Mikasa iba en el auto diminuto incluído en la carretilla de compra, él iba metiendo algunos embutidos para comprar, bien no necesitaba restablecer sus alimentos pero iba a aprovechar el momento para hacerlo.

— Papá — Llamó la pequeña, dejando ver su cabellera atada por una trenza desde el interior del auto de juguete.— ¿Cuándo vendrá Eren? dijiste que nos iba a acompañar hoy.

— Se supone que Nifa debía estar aquí hace más de hora y media.

Los gritos provenientes del pasillo de caramelos llamaron la atención de más de una persona en aquel local, bastaron segundos para que una Nifa con una expresión de agotamiento, viniera en su dirección llevando de la mano a un Eren que jalaba su mano con insistencia.

— Lamento la tardanza, tuve un retraso en casa y ...

— ¿Puedo llevarme este también? — Preguntó Eren, sacando una bolsa de gomitas de entre los estantes.

— Llevas demasiados dulces ya, Eren, es suficiente para ti.

En forma de reclamo, se lanzó en el suelo como única forma de protesta, ganándose una que otra mirada de desaprobación de las personas que andaban por el pasillo. Nifa, dando un suspiro no tuvo más opciones que acceder a su capricho como parecía ser costumbre.

— Traje su lista de alergias y también un poco de sus comidas preferidas. — Dijo, dándole entrega de una hoja arrugada a Levi— en caso de que ocurra algo llámenme, Hanji estará en la universidad hasta las 6, así que vendré a recogerlo media hora antes. ¿Está bien?

— ¿Siempre es así?

Al seguir su mirada, pudo notar se refería a la actitud mimada que tenía el niño.

— Cuando no están ni Erwin o Hanji cerca es una bomba de tiempo, me hará tener canas verdes algún día... — Dijo con cansancio la más joven.

— ¿Por qué cumples sus caprichos entonces?

— No tengo otra forma de calmarlo.

Acomodando su mochila con algunos implementos para sus estudios, se puso de cuclillas frente a Eren, acomodando su abrigo y entregándole su mochila con estampado de autos de carreras.

— Hoy estaré un poco ocupado así que el señor Ackerman cuidará de ti. Vendre a buscarte más tarde, pórtate bien con él y no causes problemas — Con cuidado, le colocó su gorra hecha de lana y con orejas de gato—, Luego veremos a tu mamá en casa. 

— ¿Y papá?

— Él aún esta en su viaje, pero quizás puedan llamarlo por teléfono más tarde.

Lo último lo dijo apartando su mirada color miel hacia Levi, quien se mantenía expectante a la conversación.

Al Nifa volver a ponerse de pie, termino por despedirse de Levi y Mikasa para luego retirarse del lugar algo aliviada de tener un momento de descanso, adoraba a ese niño como a su propio su hermano, pero cuando actuaba de esa manera ella era la más afectada por ser su cuidadora gran parte del tiempo. No estaba deshaciéndose de Eren como si fuera una carga, por más caprichoso que fuese lo quería, pero después de su conversación con Hanji la noche anterior, vió que lo mejor que podía hacer para ayudar a su amiga era acertando al padre con el hijo. Esperaba de dedos cruzados no estar cometiendo una equivocación.

Viejas heridas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora