Capitulo 17: Intruso en el sofá

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Tirado cual rey de Inglaterra sobre su sofá se encontraba aquel hombre postrado sin ningún tipo de vergüenza, vistiendo sus típicos chalecos de cuero y su anticuado sombrero que insistía en usar incluso bajo techo.

Kenny Ackerman, el muy maldito había invadido su hogar y por si fuera poco, también se llevó a su hija sin ningún tipo de consideración.

El rostro de aquel hombre de tez pálida era una mezcla perfecta entre la rabia y el deseo de asesinato con leves gotas de alivio, ¿y por qué? por el simple hecho de ver a su hija segura, de hecho esa sería la unica razón por la que no se habría lanzado sobre ese maniático con intenciones sangrientas.

— ¡Papá! — Exclamó Mikasa, quien traía un sombrero similar al de Kenny y una malteada de chocolate en sus manos.

— Mikasa.

Bajo la cínica mirada de Kenny, la pequeña se acercó a su padre para abrazarlo.

— ¿Dónde estabas? creí que vendrías por mí a la escuela. — Comentó.

— Eso hice. Mikasa ¿cuántas veces te he dicho que no te vayas con extraños?

— Él no es ningún extraño, es mi tío abuelo Kenny. — Dijo mientras lo señalaba inocentemente.— Trajo muchos regalos para mí, ¿te gusta mi sombrero?

Era evidente que no sería honesto, detestaba ese sombrero y mucho más al evidente dueño de aquel obsequio. El hombre que con desinterés estaba sacándose suciedad del oído, con sus sucios pies llenos de mugre sobre su costoso y limpio sofa.

— Es... bonito. — Mintió con un hilo de frialdad en su respuesta.

— ¿Verdad que sí? Mi próximo regalo podría ser una perfecta escopeta para cacería — explicaba con orgullo— ¿Qué dices enana? ¿quieres ir de caza con el buen tío Kenny?

— No. — Se adelantó a responder Levi, mientras que la niña inclino levemente su cabeza a un costado con curiosidad.

— ¿Qué es ir de cacería?

Podía sentir como la vena en su frente amenazaba con explotar cuando Kenny comenzó a reír cínicamente por la pregunta de la niña, quien al contrario estaba confundida.

— ¡Pff! ¿No me digas que nunca has llevado a esta chiquilla de cacería, Levi? — decía entre burlas, invitando nuevamente a la niña a sentarse a su lado— que decepción, cuando tu padre tenía tu edad solía llevarlo a cazar solo en el bosque por 2 días para que aprendiera supervivencia.

— ¿Solo? — Preguntó consternada.

— Solo. — Afirmó — Quizás cuando tu viejo deje de actuar como viuda vayamos de cacería alguna vez.

Estaría muerto si llegará a permitir algo así.

Por lo visto, el escándalo había sido lo suficiente para llamar la atención del niño que había dejado fuera antes de entrar. Tal había sido su coraje al ver a ese anciano con aires de granjero que admitía haber olvidado que dejó a Eren fuera del departamento.

— ¿Y a quién tenemos aquí? — Habló nuevamente Kenny y su gran boca, refiriéndose a Eren.— Admito que antes de recoger a la mocosa la confundí con 2 o 3 niñas más, pero no creí que tú terminarías trayendo otro niñotan rápido.

— Él no es un desconocido, tío Kenny, él es mi amigo. Se está quedando con nosotros mientras su mamá está fuera, recuerda que te hablé de él antes de irnos. — Explicó Mikasa.

— Así que a eso te referías, ¿cuál es tu nombre muchacho?

— Eren, me llamó Eren, ¿tú quién eres? — Preguntó con curiosidad.

Viejas heridas Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang