RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)

Capítulo 36 "Tiempo"

La noche había llegado al internado y Reth se encargaba de dejar todo listo antes de su partida, en la oficina Mirt, Drac, Yannick, Ezra y Zigor escuchaban atentos las indicaciones de Reth.

-¿Entonces debemos quedarnos aquí por Becca? -Preguntó Ezra-

-No es necesario que todos se queden aquí, pueden turnarse.

-No hace falta, yo me haré cargo de ella.

-¿Estás seguro Mirt?

-Si Reth.

-Esta bien, pueden retirarse, -Ordenó y todos obedecieron-.

-¿Entonces te iras con Astrid-, -Molestó Drac-.

-No es de tu incumbencia

-Reth, Reth, el gran Reth ha caído rendido a los pies de la dulce jovencita.

-No sabes de lo que hablas Drac.

-¿De verdad?, esa joven te ha cambiado Reth y es mejor que la olvides.

-Tú no sabes nada Darc

-Engañate todo lo que quieras Reth, se que no reconocerás lo obvio, pero no olvides, -Advirtió-, lo que Lucifer hace con quienes se enamoran, no querrás repetir la historia de Alessandro y Zigor, sino vas a entregar a esa chica al infierno, deja que termine sus estudios y se vaya.

-No te metas Drac, -Lo tomó de mala manera de la camisa y lo empujó-, lo que haga o deje de hacer con ella, no es de tu incumbencia, yo no soy como Alessandro y Zigor, no me compares con esos dos, yo no me enamoro, -Aseguró soberbio antes de salir del lugar-.

Caminó con dirección a su habitación, estaba furioso por las palabras que le había dicho Drac, odiaba que lo compararán con otros, él no era como Alessandro o Zigor, él tenía muy claro lo que quería, él no cedería ante el amor, había esperado mucho por ocupar el lugar de Alessandro en el internado y por nada del mundo estaría dispuesto a perderlo todo, no después de lo que tuvo que hacer para ser el nuevo director.

-Mi amor, te estabas tardando en venir, -Sonrió Astrid extendiendo su mano desde la cama para que se acostará junto a ella-.

-Estaba dando unas indicaciones para mañana, no estaré por quince días y debo dejar todo listo.

-Mi amor, ¿no crees que sea sospechoso que te vayas conmigo?, los demás podrían sospechar.

-Nadie sospechará, todos piensan que iras a un campamento de música, mañana vendrá un chofer por ti, él te llevará a mi casa, yo llegaré después.

-Esta bien mi amor, ahora ven, -Lo animó a subirse a la cama y se sentó en su regazo para llenarlo de besos y caricias que buscaban provocarlo-.

-Linda, no juegues, -Advirtió sobre sus labios-, al sentir la delicada mano de Astrid acariciando su erección-, si continúas no pararé y terminaras muy mal anochada.

-Ya habrá tiempo para dormir corazón, hoy solo hazme el amor, ¿si Reth?, -Pidió en un tono tan dulce y seductor al que él no pudo resistirse, no tardó mucho en desnudarla, el que trajera solo una camiseta facilitó el trabajo, se apoderó de sus labios buscando distraerla y lo logró, estaba tan entusiasmada con el beso que ni siquiera se dió cuenta cuando la esposo a la cama-, Reth, -Protestó-, no se vale.

-Te advertí que no jugaras conmigo pequeña, -Guiñó un ojo y sonrió observando maravillado el cuerpo de la dulce joven que atenta esperaba por él, acercó sus labios hasta sus pechos y dejó que un resuelio tibio de sus labios los acariciara, dime mi niña, ¿me deseas?, -Preguntó rozando suavemente las yemas de sus dedos en su intimidad-.

-Si Reth, -Respondió en un susurro lleno de excitación-.

-¿Mucho?, -Volvió a preguntar succionando sus pezones-.

-Ah, ah, ah, -Gimoteó en voz baja al sentir su lengua rozando sus pechos mientras sus dedos jugaban con su intimidad, se movió inquieta al sentir el pulgar haciendo fricción en su clítoris que palpitante se contraía por el orgasmo que le llegó.

Apretó los muslos al rededor de su tatuada mano tratando de calmar el fervor que su cuerpo estaba experimentando, pero él no le dió tregua, aprovechó la vulnerabilidad de su cuerpo y hundió sus dedos en la flor de su intimidad, sacudiéndolos en su interior y provocando así otra explosión de frenesí que sus labios no pudieron silenciar, se valió de la docilidad que Astrid le entregaba para apoderarse de ella, para hacerla suya.