Capítulo 57 "El Final Del Camino"

4.4K 710 118
                                    

Miró el hermoso anillo que Reth le había regalado y que adornaba su mano, al fin era la prometida del gran Reth, subió su mano hasta su rostro y se apresuró a secar las lágrimas que sus ojos dejaban caer , se sentía tan confundida en ese momento, su corazón vivían en una lucha constante de lo que debía o no debía hacer, aunque eso ya no importaba, pues muy bien sabía ella que ya no habría marcha atrás, sus sentimientos se habían confundido en el proceso, pero lo hecho, hecho estaba y ahora solo faltaba el final de su historia.

—¿Me buscabas Astrid?, —Preguntó Drac entrando al salón de música—.

—Drac, —Sonrió Astrid que no tardó en acercarse a él y abrazarlo—.

—Sí que estas feliz hoy, ¿a qué se debe tu alegría?

—Voy a casarme, —Le soltó dejándolo en blanco—.

—¿Casarte?, —La miró incrédulo—.

—Sí, Reth me ha pedido que sea su esposa.

—¿No crees que es algo apresurado?

—No, para nada, él me ama y yo lo amo.

—Bueno.., yo.., yo espero que sean felices, —Dijo fingiendo apoyarla­—.

—A mí me gustaría que tu me llevarás del brazo al altar.

—¿Yo?

—Sí, yo te he tomado mucho apreció en este tiempo y me gustaría caminar de tu brazo al altar, sé lo bien que tú y Reth se llevan, ¿podrías hacer eso por mi?

—Por su puesto, —Respondió sin duda alguna—.

—Gracias, no sabes lo feliz que me pone que aceptes, te dejo, tengo que ir a clases, — Se despidió con un beso en la mejilla—.

—¿Otra vez con mi chica?, —Escuchó decir, a sus espaldas Reth hacía presencia—.

—Así que después de todo esa jovencita terminó atrapándote.

—Estoy enamorado Drac.

—Lo tuyo es más que amor Reth, esa niña te maneja con un dedo, te tiene comiendo de su mano, has perdido la cabeza por ella.

—¿Y eso qué?

—¿Y eso qué?, —Replicó la pregunta—, maldición Reth, te has convertido en su títere, actúas como un estúpido adolescente con su primer amor, ¿cómo diablos es que llegaste tan lejos con ella?—.

—Porque la amo.

—Maldición Reth, deja las estupideces de un lado, eres el maldito director de este infernal internado, ¿en qué momento olvidaste todo lo que teníamos planeado?

—En el momento en que esa mujer me devolvió el corazón.

—Y una mierda Reth, no me salgas con tu poesía barata, te has acostado con cuanta mujer se te ha puesto al frente, ¿y ahora te enamoraste?, jódete Reth, —Expresó furioso antes de salir por la puerta, dejando un sinfín de dudas en Reth que no tardó en pensar que estaba celoso, porque por mucho que Astrid le dijera que solo eran amigos, él presentía que Drac tenía otro tipo de intereses hacía ella—.

La noche había caído en el internado, eran las siete y en el comedor todos se preparaban para cenar, todos menos Becca que se negaba a salir de su habitación y que poco a poco iba demostrando un aspecto más demacrado que preocupaba a Mirt.

—¿Hoy tampoco cenarás Becca?

—No tengo hambre.

—Vamos muñeca, no puedes seguir así, llevas días sin alimentarte bien.

—Mañana bajaré, lo prometo, hoy sólo quiero descansar un poco.

—Entonces te traeré algo, no puedes dormir sin cenar.

—No mi amor, —Se acercó a él y lo tomó del rostro—, sólo déjame descansar, ¿sí?

—Está bien, pero mañana te quiero a primera hora en el desayuno.

—Te prometo que así será.

—Ok, voy a confiar en ti, vuelvo en un rato, —Aseguró intentando salir por la puerta—.

—Te amo Mirt, —Confesó haciendo que se detuviera abruptamente, llevaba días sin escucharle decir esa palabra que a veces y hasta se cansaba de oír, pero que hoy necesitaba escucharla con ansias—.

—Todo va a estar bien muñeca, lo prometo, —Afirmó envolviéndola en sus brazos—.

—Lo está ahora, —Sonrió con una amarga dulzura que se combinaba con la tristeza de su mirada—, mi pequeño caballero, —Susurró sobre sus labios antes de fundirse en ellos y perderse en el elixir de su veneno—.

—Volveré pronto, bajaré para no levantar sospechas, —Le guiñó un ojo antes de salir y ella aprovechó para encerrarse, puso seguro en la puerta para que nadie entrara y llenó la bañera con agua tibia, sabía que eso ayudaría aliviar su pena más rápido, dos cortes verticales en cada muñeca fueron la cura que encontró Becca para terminar con el dolor que agobiaba su vida, vida que poco a poco se extinguía en la soledad de su oscura Habitación—.

RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)Where stories live. Discover now