Capítulo 30 "Obsesión"

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Se sentía perdido, perdido y atrapado, atrapado por aquella joven de ojos chocolate y mirada dulce que lo tenía sumergido en un frenesí de emociones y con las sensaciones a flor de piel.

—Buenos días pequeña, —Saludó besando su frente y ella no tardó en despertar—.

-—Buenos días, -—Sonrió tomándolo del rostro y acercándolo a ella para besarlo—.

—¿Que hora es?

—Son las seis linda.

—Hoy empezamos exámenes, —Hizo puchero cubriéndose el rostro con la sábana—.

—Si linda, pero recuerda que luego tendrán una semana de vacaciones.

—Si, todas irán a pasar navidad con sus familias, —Suspiró con tristeza—.

—Será nuestra semana, —Dijo acariciándole la mejilla—, tengo planes para nosotros.

—¿Pasaremos navidad juntos?, —Preguntó emocionada—.

—Navidad, año nuevo, no estarás sola.

—Reth, —Se abrazó a su cuello y lo llenó de besos—, haré una cena y prepararé un pastel, —Lo miró ilusionada y él sonrió, la dulzura de la joven lo tenía encantado, a las siete y media todos desayunaban en el comedor.

—¿No comerás nada Becca?

—No Rachel, no tengo hambre.

—¿Mirt pasó la noche contigo?, ¿durmió en tu habitación?

—Si.

—Anoche discutimos y lo eché de mi cuarto, por eso ha ido contigo, lo hace siempre que lo rechazo, te busca cuando no estoy disponible, eres su segunda opción, —Le soltó venenosa antes de retirarse del lugar—.

Trató de disimular el dolor que le causaban los comentarios hiriente de quién decía ser su amiga y se tragó sus lágrimas junto con el café. A las ocho los exámenes empezaron, pero no pudo concentrarse, no con todo lo que estaba pasándole, el último examen lo dieron con Mirt, haciendo que la situación fuera insostenible, el coqueteo que había entre esos dos la estaba matando, como pudo terminó y salió apresurada del salón a encerrarse en su habitación, no salió a almorzar y tampoco cenó, no tenía ánimos para nada, solo quería llorar.

—¿Puedo pasar?, —Preguntó Astrid del otro lado de la puerta—.

—Esta cerrado, —Contestó secándose las lágrimas—.

—¿Me dejas pasar?, —Insistió hasta que le abrió la puerta—, ¿te encuentras bien?

—Si, —Mintió—.

—Yo noté que no viniste al almuerzo ni a la cena y te traje estas galletas y algo de leche.

—Gracias, pero no tengo hambre.

—¿Te pasa algo?, tus ojos están hinchados, ¿estuviste llorando?

—No me pasa nada, solo estoy cansada, es todo.

—Se que no somos amigas, por alguna razón que no entiendo, tú y tú grupo de amigas me odia y me ha hecho la vida imposible, pero yo no soy tu enemiga Becca, si necesitas algo, no dudes en decírmelo, que descanses, —Se despidió—.

—Yo no te odio, —Aseguró haciendo que Astrid se detuviera—, siento mucho haberte lastimado, yo no estoy de acuerdo con nada de lo que te hacen, yo no participó en ese tipo de cosas, yo no soy así.

—Entonces..., ¿por qué sigues con ellas?.

—Ya no lo sé, al principio lo hacía porque buscaba encajar, sentirme parte de un grupo, ser aceptada, pero ahora mismo solo quisiera desaparecerme, huir lejos donde nadie pueda encontrarme.

—Entiendo que no estés bien, —La tomó de las manos —,   y volvió hasta la habitación en la que Reth la esperaba—.

Entró en la estancia encontrándose con algunas velas que alumbraban la oscuridad del lugar, un corazón formado de pétalos rojos contrastaba con el color negro de las sábanas de seda, unas esposas de terciopelo a juego con las flores reposaba en la almohada junto con un antifaz para dormir y otros objetos que no logró distinguir.

—Tardaste mucho en llegar pequeña, —Susurró una a voz a sus espaldas haciendo que se le erizara la piel—.

—Yo..., yo estaba con Becca, —Respondió con torpes  palabras al sentir como se apegaba a su cuerpo—.

—Estas nerviosa, —Rozó sus hombros hasta llegar a sus manos—.

—Tu me pones así, —Sonrió timida—.

—¿Por qué?, ¿es por lo que hay en la cama?—.

—Si, en parte, esas cosas..., ¿las usarás conmigo?

—Sólo si tú me lo permites pequeña, no quiero obligarte a nada, solo quiero que disfrutes de lo que puedo darte, dime pequeña, ¿confías en mi?, —La giró buscando su mirada y su aprobación para comenzar un juego  que los consumiría a los dos hasta dejarlos en cenizas.

RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)Where stories live. Discover now