Capítulo 59 "Streets"

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La había recostado en su cama había arreglado el desastre que el suicidio de Becca había dejado y se recostó a su lado, esperaría a que despertara.

—¿Con que ese era tu plan?, ­—Escuchó a una voz interrumpir su sueño.

—¿Qué quieres Reth?

—Vengo a coser las heridas de sus muñecas.

—¿Para qué?, Lucifer ya se las ha cerrado

—Sí, pero cuando despierte se le hará extraño no tener marcas de su "intento de suicidio"

—Tienes razón en eso.

—Solo serán dos puntos en cada herida, —Dijo haciendo las suturas superficialmente—, listo, ahora sólo déjala descansar.

—Lucifer ha dicho que tengo que dejar el internado, él me ha quitado la inmortalidad.

—Has hecho que le devuelva la vida, obviamente no iba a dejar que te quedarás.

—Lo sé, pero no importa, cuando termine el año escolar me iré con Becca muy lejos de aquí.

—Le he dicho a su padre que he muerto y le he preguntado si quería sus restos.

—¿Y que ha dicho?

—No está de humor para funerales, me ha dicho que la creme y tire sus cenizas en algún lago.

—Ese maldito, jamás le ha interesado Becca.

—Mirt tu sabes muy bien que aunque Lucifer le haya perdonado la vida, su alma le pertenece de todos modos, esto que ha pasado sólo es un tiempo extra que te ha dado, al final del camino todos terminaremos en el mismo lugar.

—Lo sé, pero no me importa, lo único que quiero es estar con ella.

—Suerte con eso, —Le respondió antes de salir, en su habitación Astrid esperaba por su llegada, abrió la puerta encontrándose con un lugar oscuro y apenas alumbrado por unas cuantas velas—, ¿Astrid?

—Estaba esperándote mi amor, —Habló su chica casi en un susurro a sus espaldas—, has tardado en llegar cariño, —Lo tomó de la mano y lo giró hacía ella buscando su atención—, ¿te gusta? —Le preguntó haciendo que observara la lencería que llevaba puesta—

—Me encanta, —Observó maravillado como la sensualidad de la joven se complementaba a la perfección con su dulzura, era como el más preciado pecado terrenal, un pecado que lo llevaría al más cruel de los infiernos y lo sumiría en un mundo de desesperanza y dolor—.

—Siéntate aquí, —Lo llevó hasta una silla en la que hizo que se sentara, mientras ella preparaba la música que le bailaría, la canción "Streets" de Doja Cat fue la elegida para iniciar el sensual baile que le tenía preparado—.

Centró toda su atención ella y en lento compás con el que se movía su cuerpo, lo tenía completamente hipnotizado, pero sobre todo lo tenía enamorado, parecía algo imposible, pero era así, luego de la muerte de Alma jamás pensó que podría amar alguien hasta que conoció a Astrid, aquella joven que había hecho que se enfrentara al mismo Lucifer, esa joven que otra vez le había devuelto los latidos a su frió corazón.

Se acercó a él completamente desinhibida sin quitar la mirada de sus ojos y se sentó a horcajadas en su regazo sellando con un beso el baile que daría inicio a la noche de pasión que les esperaba, sintió como sus manos la acariciaban, como recorrían cada centímetro de su piel con total devoción, estar con él era una experiencia única, sentirlo invadir su cuerpo era como tocar el cielo con las manos, la experiencia de que sus cuerpos se fundieran hasta ser uno solo era algo que ella adoraba y que la tenían loca por él, aunque bien sabía ella que su historia no tendría un final feliz—.

Para Alessandra todo había vuelto hacer una pesadilla, la ausencia de Alessandro la estaba matando en vida y no sabía cuánto más podría vivir con ese dolor. Colgó el vestido de color rosa pálido que usaría en la boda de su amiga Karina y se recostó en su cama para tratar de dormir, al menos su amiga si podría ser feliz, después de todo Alessandro le había cumplido a Zigor.

—¿Yannick, no vendrá Drac?, ­Preguntó Ezra mientras bebía un trago—.

—No, esta embelesado con la chica de la cafetería.

—Señor Drac, — Interrumpió uno de los encargados del bar, el salón y las chicas están listas, ¿necesita algo más?

—No gracias, ahora voy.

—Entendido, con permiso, —Se retiró el hombre—.

—Bien Ezra, disfruta tu noche, Reth nos quiere puntuales en el internado mañana, —Fue lo último que dijo antes de retirarse a uno de los cuartos de juego, hoy su noche prometía ser larga y la lujuria sería su invitada especial—.

RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)Where stories live. Discover now