RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)

Capitulo 18 "Lejos De Todo"

Abrió los ojos molesta por el sol que empezaba a colarse, había amanecido ya, y ella seguía envuelta en sus brazos, alzó su mirada encontrándose con el bello rostro de Reth que relajado aún dormía, lo recorrió con su mirada encontrándose con cosas de las que antes no se había dado cuenta, estaba lleno de tatuajes, incluso tenía algunos en el rostro, ¿como es que los ocultaba?, tomó su mano y la retiró tratando de levantarse, pero solo consiguió que él hiciera más fuerte su agarre.

—Buenos días pequeña, —La saludó con un beso en los labios al que ella no tardó en corresponder—.

—Buenos días mi amor, siento haberte despertado, —Lo tomó del rostro—, ¿como amaneciste?

—Estoy bien, ¿tu estas bien?

—Si, —Sonrió hundiendo su rostro en su pecho y él la acarició intentando repetir lo que habían hecho en la noche, pero ella lo detuvo—, debo irme.

—¿Irte?, ¿dónde?

—Debo hacer tarea.

—Puedes hacerla aquí.

—No es buena idea Reth.

—¿Por qué?

—Porque desde ayer estamos encerrados en tu habitación y podrían empezar a sospechar.

—Ok, tienes razón en eso.

—Lo que pasó entre nosotros fue algo maravilloso y puedes estar seguro de que nunca lo olvidaré, te amo Reth, —Lo besó antes de salir del cuarto con la mirada de él siguiéndola, una sonrisa se formó en los labios del soberbio Reth que al fin se había salido con la suya, "pobre Astrid, no sabes lo que te espera", pensó—.

Miró para todos los lados antes de entrar a su habitación, no quería ser la comidilla de sus compañeras, puso seguro en su puerta y corrió a la bañera, llenó con agua la tina y se sumergió entre llantos ahí,  no soportaba ver su piel, la odiaba, se puso un jean a la cintura y una camiseta la cual metió dentro del pantalón, a las nueve en punto estaba lista y bajó a desayunar, ignoró por completo a Reth que no le quitaba ojo de encima, no quería levantar sospechas.

Se decidió por ir a la biblioteca para hacer sus tareas, necesitaba distraerse de todo lo que había pasado, necesitaba olvidar un poco.

—Señorita Astrid, —Escuchó decir a sus espaldas tomándola por sorpresa—.

—Profesor Drac, —Dijo poniéndose de pie como si estuvieran en clases—.

—No la vi ayer en todo el día.

—Estaba en mi habitación, —Mintió—.

—Que coincidencia, igual que Reth, —Le soltó dejándola fría—, sea más cuidadosa la próxima vez señorita, las paredes pueden tener ojos y oídos, —Le guiñó un ojo antes de salir del lugar y dirigirse a su oficina—.

—Vaya, con que ahora intentas bajarle la chica a Reth, vaya tus alcances Drac.

—No se de que diablos estas hablando Mirt.

—No tienes porque fingir conmigo, ni con Reth, total siempre han compartido las chicas, de seguro que en menos de una semana arman un trío con esa chica igual que lo hicieron con Breshka, sabes es increíble que no estés planeando como quitarle el puesto al igual que lo hiciste con Alessandro.

—Reth es como mi hermano y lo sabes, él es el único de este internado al que jamás traicionaría, los demás incluyéndote, es mejor que se cuiden las espaldas, —Advirtió mientras bebía un trago—.

A las once de la noche Reth buscaba a Astrid, quería pasar la noche con ella, quería volver hacerla suya.

"Suya", que posesiva sonaba esa palabra y que bien encajaba con su personalidad, deseaba meterla de lleno en su mundo, arrastrarla a su infierno.

—Con que aquí estabas pequeña.

—Reth, ¿que haces aquí?, —Cerró con seguro la puerta de su habitación—.

—Estaba esperándote, ¿por qué no viniste?

—Reth, alguien podría darse cuenta, no quiero perder la beca.

—No perderás la beca, —La tomó de la cintura y la acercó a él para besarla—, yo me encargaré de eso, —Aseguró—.

—No quiero que tengas problemas por mi culpa mi amor, —Se abrazó a su cuello—.

—No los tendré pequeña, no te olvides que soy el director, —Intentó sacarle el camisón, pero ella se negó—, ¿pasa algo?

—¿Podrías apagar la luz?

—¿Otra vez?

—Por favor, es que.., me pone nerviosa que me veas.

—Esta bien pequeña, —Dejó el cuarto a oscuras y solo ahí pudieron estar juntos, solo ahí pudo hacerle el amor, aunque al igual que la primera vez no quiso bañarse con él, a sus ojos Astrid era una joven muy dulce e ingenua, pero el se encargaría de sacar su lado oculto y la llevaría a los límites más oscuros del placer.