RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)

Capítulo 75 "Tú Y Yo"

La emoción invadía su corazón al igual que la felicidad, su primera semana juntos y ella sentía que la felicidad no le cavía en el pecho, todo parecía ir bien , desde que había decidido mudarse con Reth todo era perfecto, o al menos eso pensaba ella. Tomó el vestido negro de cuerina que Reth le había regalado y se lo puso, los tacones de punta hicieron que se viera más alta y el maquillaje ligero que llevaba combinaban a la perfección con el color vino de sus labios.

—¿Estás lista?

—Sí, ¿dónde vamos Reth?

—Ya lo sabrás, —Respondió tomándola de la mano y llevándola hasta el auto para dirigirse al "Blue Night" —.

Esperó paciente hasta que Reth abriera la puerta y bajó del auto, frente a ella un lugar con luces de neón se hizo presente, entrelazó su mano con la de su chico y entraron por la puerta, la música era muy estridente y las luces bajas, aunque no lo suficiente como para ocultar lo que ahí pasaba, paseó sus ojos por el enorme club topándose con escenas que la recordaban al mismísimo bar de la película Constatine y pronto sintió que su corazón se paralizaba al ver lo que pasaba a su alrededor.

—¿Pasa algo?, —Preguntó Reth al ver que Astrid se detenía—, ¿Astrid?, —Le dio un leve jalón llamando su atención—.

—Reth, ¿qué es este lugar?, hay..., hay gente teniendo sexo en aquel lugar, —Señaló una de las mesas—.

—Si, hay gente teniendo sexo ahí, allá, —Señaló el otro lado del bar—, a eso viene la gente aquí, a disfrutar.

—Reth quiero irme.

—¿Por qué?

—No me siento cómoda en este lugar.

—Solo debes relajarte cariño, —Dijo parándose tras ella y susurrándole al oído—, solo déjate llevar.

Cerró sus ojos al sentir los cálidos labios de Reth besando su cuello y pronto la calma volvió a su cuerpo, las palabras de Reth la habían calmado, aunque también habían logrado provocarla.

—¿Lo ves?, no hay porque temer, —Rozó sus brazos suavemente—, mira a tu alrededor nena, —La animó a que abriera los ojos—, esta es nuestra noche, hoy tus deseos será órdenes, hoy todas tus fantasías serán cumplidas Astrid, —La guió con su cuerpo hasta el centro de la pista y la giró hasta que quedara frente a él, la lenta melodía les permitió juntar sus cuerpos y empezar un baile en el que las caricias amenazaban con subir de tono—.

Todo era tan nuevo para ella, parecía irreal todo lo que pasaba a su alrededor, ver a parejas manteniendo relaciones frente a los ojos de los demás como si nada les importara, ello estaban en su mundo, un mundo de perversión sexual y en el que nada parecía importarles.

—¿Estás lista para lo que sigue?, —La miró esperando una respuesta—.

—Si Reth, estoy lista, —Se aferró a su brazo y caminaron entre la gente hasta llegar a la barra del bar—.

—Hola John, —Saludó con el hombre, era alto y traía varios tatuajes, aunque lo que más sorprendía eran sus ojos que lucían como los de un husky—.

—Hola Reth, ¿usarás alguna habitación?

—Sí, quiero la del toro, —Pidió volteando a ver a Astrid—, lo usaré toda la noche y quiero los accesorios, —Sonrió deslizando suavemente sus dedos por la palma de la mano de Astrid—.

Sintió una punzada en el estómago al escuchar a Reth, no entendía a que se refería, pero su sola mirada la hizo estremecer y caer en cuenta de que una larga noche los esperaba.

Vio al chico del bar entregarle unas llaves y una caja negra que estaba sellada, caminaron por las escaleras hasta un segundo piso y caminaron por un largo pasillo hasta llegar al fondo donde una puerta negra de madera esperaba por ser abierta y pronto el sentimiento de curiosidad la invadió, ¿qué había tras esa puerta?, ¿a qué se refería Reth con lo del toro?, y sobre todo, ¿qué había en esa caja?

—Entra Astrid, —La animó, el cuarto estaba a oscuras—.

—No veo nada Reth.

—Luces, —Pronunció en voz alta haciendo que la habitación se iluminara y dejará ver lo que había en ella, el cuarto era algo amplio con decorados de estilo barroco y varios espejos, pero su atención se centró en el toro mecánico que había en el centro y que se parecía mucho a los que habían en las ferias, aunque este parecía ser un poco más grande, el juego había empezado.

Nota De La Escritora: disculpen el capítulo corto y la demora, he tenido mucho trabajo y tuve una recaída en mi salud por una mala práctica médica que sufrí hace ocho años y que me tiene con secuelas que son de por vida.