RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)

Capítulo 84 "Un Día Más"

¿Qué más podía pasar?, ¿qué otro error iba a cometer?, ¿de verdad iba a casarse con esa traicionera mujer?. Pasó sus manos por su rostro sintiéndose agotado y se dio por vencido, esa boda era un error, forzar las cosas nunca traía nada bueno.

—Hora de irnos Reth, —Interrumpió Ezra en la habitación—, ¿estás listo?

—Sí, —Contestó de mala gana y salieron con dirección a la iglesia—.

Para Astrid otro era el color de su cielo, emocionada terminaba de ponerse algo de brillo en los labios, hoy se casaría con Reth y haría todo lo posible para recuperar su amor, bajó las escaleras tomada del brazo de Drac y se dirigieron junto con Becca y Alessandra a donde esperaba Reth, un incómodo silencio se apoderó del lugar al verla llegar, otra vez estaban en el mismo lugar en el que ella había destruido las ilusiones de Reth, la marcha nupcial empezó a sonar y Reth evitó a toda costa mirarla, no tenía fuerzas para hacerlo, parecía casi irreal sentirse tan confundido respecto a ella, pero lo que más le dolía era continuar con esa farsa, su odio hacia ella era grande y sabía que eso los tendría en una constante disputa, sobre todo ahora que vivirían juntos, ¿por qué no simplemente se había ido con Drac?, ¿por qué quería vivir con él?, hubiera sido más fácil no tenerla cerca. Tomó de la mano a Astrid cuando Drac se la entregó y evitó mirarla a los ojos, su mente estaba en el limbo haciendo que le prestara poca atención al sermón que daba el sacerdote y cuando la pregunta llegó, él no pudo evitar recordar el desplante que Astrid le había hecho.

—Señor Reth, estamos esperando su respuesta, —Dijo el sacerdote llamando su atención y sacándolo del infierno de pensamientos que lo agobiaban—.

—Perdón, ¿qué?

— Esposa y Esposo, — Repitió el sacerdote— ,¿venís a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente?

— Sí, — Contestaron al unísono, aunque bien sabía Reth que no era así— .

— ¿Estáis decididos a amaros y respetaros mutuamente, siguiendo el modo de vida propio del Matrimonio, durante toda la vida?

— Sí, — Volvieron a repetir—

— Bien, unan sus manos, Reth, ¿Aceptas recibir a Astrid, como esposa, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

— Sí, acepto, — Contestó lleno de dolor y rencor colocándole el anillo—.

— Astrid, ¿Aceptas recibir a Reth, como esposo, y prometes serle fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y, así, amarla y respetarla todos los días de tu vida?

— Sí, acepto, —Sonrió llena de ilusión—.

— Que lo que Dios ha unido, ni el hombre ni nada pueda separarlo, yo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia.

Los invitados que eran pocos miraban expectantes a Reth que lejos de besar a Astrid soltó sus manos y salió de la iglesia.

Una recepción se dio en la casa de Reth y aunque Astrid intentaba acercarse a él, Reth evitaba a toda costa tener que cruzar palabra con ella, tomó una de las botellas y volvió a llenar su copa, ya había perdido la cuenta de todos los tragos que había tomado, aunque tampoco le importaban, aprovechó el descuido de los presentes y optó por ir hasta el despacho, no estaba de humor para nada.

— ¿Puedo pasar?, — Preguntó una voz al otro lado de la puerta— .

— Vete Becca, no quiero hablar con Astrid.

— Astrid no está conmigo, — Aseguró entrando al lugar y cerrando la puerta sin percatarse que su amiga se paraba tras de la misma para escuchar su conversación—.

— Si has venido a hablarme de ella, — Le soltó a la defensiva—.

— No vine a hablarte de ella, yo solo quiero saber, ¿cómo estás?.

— ¿Cómo puedo estar?, acabo de casarme con una mujer que me odia, — Volvió a llenar la copa y bebió el trago de un solo sorbo—.

— No deberías tomar mucho, te sentará mal.

— Lo necesito, o no podré seguir con esta farsa.

— Reth, se que te sientes mal, pero deberías darle una oportunidad a Astrid.

— ¿Para qué?, ¿para qué se vuelva a burla de mi?, ¿para que acabe con lo poco queda de esto?, — Se señaló—, no, no volveré a caer en sus mentiras.

— Pero Reth, Astrid.

— No quiero oír su nombre, no quiero que me hables de ella.

— ¿Por qué?

— Porque me duele, — Dijo conteniendo su llanto—, esto es un infierno Becca, jamás entenderás el dolor que puedes sentir cuando la persona que mas amas te traiciona y juega contigo.

— Te entiendo, créeme que yo más que nadie te entiende, —Lo tomó de las manos—.

—Yo solo quería que me amará de la misma forma en que la amaba, —Cerró sus ojos dejando que sus lagrimas mojaran sus mejillas— , jamás le hice daño, le entregué mi amor y abrí mi corazón con ella, sabía mis debilidades y las usó contra mí para lastimarme, fui un imbécil, yo solo deseaba volver amar, superar a Alma y pensé erróneamente que ella era la indicada, pero lo único que conseguí es a una mujer llena de rencores que me odia y que se ha casado conmigo solo por el niño que trae en su vientre, un niño que es fruto de engaños y mentiras, ya no puedo más Becca, siento que no puedo con esto, no sé qué hacer, me siento perdido, es que hasta perdí al que consideraba un hermano por ella, todos me miran como si yo fuera el culpable, cuando la culpa es solo de ella y de sus engaños, ­—Se cubrió el rostro arrancando a llorar como un niño, el alcohol y la situación pudieron con él haciendo que se dejara vencer por el llanto, Astrid había sido la primera mujer a la que había rogado incluso de rodillas porque lo amara y ella solo se había burlado de él causándole un terrible dolor—.