Capítulo 24 "Mirt"

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La había cargado en sus brazos y la había llevado hasta la ducha para bañarse juntos, era la primera vez que lo hacían y él se encargó de llenarla de mimos y cariño, quería que se sintiera segura, quería que viera lo que él veía, les tomó quince minutos cambiarse, aunque Astrid se quedó en bata, pues Becca había roto su vestido.

-La fiesta ya debió haber empezado Reth, todos deben estarte buscando, -Dijo Astrid mientras luchaba por desenredar su larga cabellera-.

-Que esperen, -Contestó acercándose a ella-, pequeña vas a arrancarte el cabello, -Le quitó el cepillo y besó su coronilla-, deja que te ayude, -Peino con cuidado su pelo y lo secó con cuidado-, listo, ya estás, ahora si podemos bajar.

-Gracias mi amor, pero no quiero bajar, además mi vestido esta arruinado.

-Ese no será un problema, esperame aquí, -Se dirigió a la puerta encontrándose con Alessandra-.

-Lo siento, no sabía que estaban ocupados, -Se disculpó Alessandra-.

-Unas chicas agredieron a la señorita Astrid, han roto su vestido y yo iré a buscarle uno nuevo en el salón de teatro, podrías ayudarla a que se arregle por favor.

-Por supuesto, yo me encargo, -A las nueve en punto Reth había encontrado un vestido tipo princesa de tul blanco y pedrería que iban a juego con las alas que usaría Astrid para cantar-.

La música sonaba por toda la estancia y todos disfrutaban de la fiesta, desde el balcón Mirt observaba a todos los ahí presentes, mientras fumaba un cigarrillo, y entonces la vio, lucía un uniforme como si fuera una más de las empleadas que habían sido contratadas para servir en el baile, una sonrisa se formó en su rostro al ver a la niña de papi ofreciendo bocaditos a los invitados, la observó irse hasta la cocina y la siguió con cuidado de que nadie la viera.

-Vaya, vaya, pero miren que tenemos aquí, te luce el uniforme Becca.

-Jódete Mirt

-Profesor Mirt, -Corrigió-, sírveme un trago

-¿Un trago?, ¿con hielo?

-Si, con hielo.

-Ahora se lo doy profesor, -Dijo poniendo hielo en el whisky y aventándoselo en la cara-, ¿desea otro profesor?

-No debiste hacer eso, -Respondió entre dientes completamente furioso, tomándola del brazo y metiéndola en la bodega de la cocina dónde guardaban las cosas de limpieza, hundió su mano en su rubia cabellera poniéndola de espaldas a él y la sometió con su peso.

-Suéltame, -Exigió forcejeando con él, pero Mirt ni la escuchó, junto su pecho a la espalda de la joven y metió su mano por dentro de su falda, traspasando la fina tela que cubría su intimidad-.

-Ni siquiera te he tocado y ya estás húmeda, tan húmeda, -Susurró acercándose a su oído y rozando la línea de su portal-.

-Alguien podría entrar, -Advirtió cerrando los ojos al sentir sus atrevidos roces, pero eso poco o nada le importó al gran Mirt que buscaba desquitarse de la joven-.

-Nadie entrara, -Aseguró sumergiendo dos de sus dedos en ella y rotándolos, provocándola, besó su cuello aumentando la frecuencia de sus movimientos hasta que escuchó sus sollozos de placer-, dime Becca, ¿quieres que pare?

-No, -Contestó deseosa de que siguiera estimulándola-.

-¿Que tan cerca estas de correrte?

-Estoy cerca.

-¿Muy cerca?

-Si, no te detengas.

-Esta bien, pero disculpate por lo que has hecho.

-¿Que?.

-Que te disculpes, -Presionó su clítoris haciendo pequeños círculos-.

-No pienso disculparme.

-Hazlo, -La animó rozándola con más rapidez-.

-No lo haré, -Se mordió el labio al sentir que el orgasmo le estaba llegando-.

-Entonces, -Paseó la lengua por su oído-, no habrá final feliz para ti Becca, -Dijo Mirt separándose de ella y dejándola a medias-.

-¿Que haces?, -Protestó enojada-, no puedes dejarme así.

-Claro que puedo, adiós, -Sonrió dirigiéndose a la puerta-.

-Lo siento, por favor discúlpame, -Tomó su mano y él se detuvo. La miró sintiéndose ganador y la llevó hasta la pared alzándola-.

-Rodeame y sostente de mis hombros, -Se abrazó a su cuello y le rodeó la cintura con las piernas, necesitaba estar con él, lo deseaba, pero sobre todo, deseaba que fuera solo para ella. Entró en ella sin darle tiempo a nada, penetrándola hasta conseguir llevarla al éxtasis que le había negado y al que él también ansiaba llegar.

RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)Where stories live. Discover now