Capítulo 94 "El Dolor De La Verdad"

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Habían parqueado el auto frente a la casa de Judit, Reth estaba dispuesto llegar al fondo de la verdad cueste, lo que cueste, caminaron en dirección de la puerta y entraron al ver que la misma estaba abierta.

—¿Qué haces aquí?, — Preguntó Reth al ver a Lucifer con Judit en los brazos—, ¿qué le hiciste?

— Está muerta, —Intervino Zigor tomándole el pulso—.

—La mataste, —Lo acusó Reth—.

—No Reth, — Respondió dejando el inerte cuerpo de Judit en el sillón—, fuiste tú quien lo hizo, —Lo señaló—.

—Mientes, yo no la he matado.

—Claro que sí, se ha suicidado por tu culpa.

—¿Por mi culpa?, ni siquiera la conozco.

—¿Estás seguro?, —Lo cuestionó—.

—Sí, —Afirmó seguro—.

—Pues yo creo que sí, —Dijo acercándose a la joven que yacía sin vida en el sofá y pasó su mano por el rostro de Judit que no tardó en recuperar su verdadera identidad—.

“Sintió que no podía respirar al ver a la mujer que tenía frente a sus ojos, ¿podía ser posible?, ¿o era sólo un truco de Lucifer?
Buscó con la mirada a Zigor tratando de buscar una explicación a lo que pasaba y fue la expresión de él lo que le hizo darse cuenta de la realidad de las cosas”.

—Alma, —Dijo casi en un susurro que apenas y fue escuchado, se acercó a ella con un nudo en la garganta y los ojos llenos de lágrimas—, ¡no!, —Gritó de tal forma que parecía que se le desgarraria la garganta y se botó de rodillas a su lado—, mi niña, —Besó su frente desconsolado mientras se abrazaba a su cuerpo y rompía en llanto como si fuera un niño pequeño—.

—Reth, —Se acercó Zigor hasta él viendo con ojos acusadores a Lucifer—, hay que llamar a la policía.

—Tú, —Se levantó furioso encarando a Lucifer—, sabías que estaba viva, —Lo empujó furioso—, sabías que llevaba años buscándola, muriéndome día a día y no me lo dijiste.

—No lo sabía, —Mintió—.

—Sino lo sabías, ¿qué haces aquí entonces?

—Ha cometido suicidio, he venido por su alma, ahora me pertenece.

—No te la lleves por favor, deja que suba, ella no se merece estar ahí.

—No lo hará, —Aseguró Zigor—, se lo debes, deja que suba.

—Esta bien, —Acepto Lucifer al ver la actitud de Zigor, él era su mejor amigo y estaba seguro de que sospechaba algo—.

“¿Estás segura de esto?", le había preguntado su padre mientras hablaba por teléfono con ella, y claro que lo estaba, hace días ya que Astrid había notado que Reth estaba rato y que su comportamiento había cambiado desde que su asistente  renunció, ¿y si la estaba engañando?, ¿qué otra razón podía haber para que buscará tanto a una mujer?

—Ya llevan mucho tiempo ahí papá.

—¿Qué quieres hacer Astrid?

—Quiero entrar.

—En tu estado podría hacerte daño.

—Necesito hacerlo papá, necesito saber que pasa.

—Está bien, pero entrarás conmigo, —La tomó de la mano para entrar en el lugar—.

Escuchó el llanto destrozado de un hombre y no tardó en reconocer el sonido de sus sollozos, era su esposo Reth, se guiaron por la discusión que había encontrándose en la sala del lugar, pero ella no entendía nada de lo que pasaba, ¿quién era esa mujer?, ¿estaba muerta?, ¿porque Reth lloraba de esa forma?

—No puede ser, —Dijo Drac al ver la escena—, ¿Alma?, —La miró confunso—, ¿Reth?, ¿qué pasó? —Lo alzó del suelo llamando su atención—.

—Estaba viva, —Repetía una y otra vez fuera de sí—.

—Reth debes calmarte, mírame,  —Lo tomó del rostro—, estás fuera de control, cálmate, —Le decía, pero nada parecía apaciguarlo—.

Habían llamado a la policía para que hiciera el levantamiento del cuerpo, pero Reth seguía destrozado y nada parecía calmarlo, le había tomado un tiempo a su padre explicarle lo que estaba pasando y ella no podía evitar sentirse culpable por haber desconfiado de él, lo miró temblar como si tuviera frío y no pudo evitar llorar al ver el estado en el que estaba su chico, no se lo merecía, no merecía nada de lo que le estaba pasando, no a él que era un hombre maravilloso.

Se acercó a él sin decir palabra alguna y lo envolvió en sus brazos tratando de darle algo de consuelo, su reacción fue inmediata, se aferró a ella buscando tener algo de paz al infierno que estaba viviendo y pareció funcionar, porque pasado unos minutos sus mimos y cariños hicieron que pudiera conciliar el sueño.

RETH "Capítulo 2 Obediencia" (TERMINADA)Where stories live. Discover now