Capitulo 20

303 11 1
                                        

Me desperté lentamente, sintiendo primero el calor. El de sus brazos, rodeando mi cintura, ajustados como si durante la noche hubiera querido asegurarse de que no me alejara ni un centímetro. Sonreí sin poder evitarlo. No había sido un sueño. Liam estaba ahí, detrás de mí, respirando suave, tranquilo.

Sentí una paz que nunca antes había sentido.

Moví mi mano con cuidado para alcanzar el teléfono sobre el buró, tratando de no moverme demasiado ni despertarlo. La pantalla se encendió:

7:02 AM.

Demasiado temprano.

Suspiré y cerré los ojos de nuevo, dejándome llevar por el ritmo de su respiración contra mi espalda.

(...)

Cuando volví a despertar, el lugar al lado de mí estaba vacío. Me incorporé un poco y lo vi al pie de la cama, de espaldas, con el teléfono en la mano. Sus hombros estaban tensos.

—Buenos días —dije sonriendo suavemente.

Se volteó apenas y sonrió, dándome un beso rápido en los labios.

—Buenos días —respondió, pero su voz no sonaba igual.

Había algo ahí. Algo apagado. Algo que mordía por dentro. Lo observé unos segundos, tratando de descifrarlo.

—¿Estás bien? —pregunté despacio.

—Sí.

No lo estaba. Se escuchaba en su tono. Se veía en su mirada.

—¿Seguro? No te escuchas muy bien.

Él bajó el teléfono. Su mandíbula se tensó.

—Estoy bien, Hailey.

Su voz subió solo un poco, pero lo suficiente para que yo sintiera cómo mi pecho se encogía. Retrocedí un poco en la cama sin pensarlo. Fue automático.

Liam cerró los ojos, como si acabara de darse cuenta de algo que no quería.

Suspiró.

Se giró en la cama, para tenerme de frente y tomó mi mano entre las suyas, llevándola a sus labios.

—No... perdóname —dijo con la voz más suave ahora—. No quiero dejar que esas cosas me afecten. Ni que nos afecten a nosotros. No ahora. No cuando estamos bien.

Lo miré en silencio unos segundos, dejando que su mano apretara la mía. Él buscaba calma en mi contacto. Lo sentía.

—¿Puedo preguntar qué pasó? —dije sin obligarlo, solo ofreciendo espacio.

Su mirada se apagó un segundo.

—Nada. Solo... unos chicos. Amigos míos. —Se quedó callado, mirando el piso—. No importa.

Pero importaba. Se notaba en la forma en que respiraba, en el nudo en su garganta, en la forma en la que seguía sosteniendo mi mano como si le diera equilibrio.

Me acerqué y apoyé mi frente contra su mejilla, sin presión, solo contacto.

Como si eso fuera lo único que lo mantenía firme.

Liam

Ella me observó por un momento más, como si esperara algo... como si supiera que había algo más detrás de mi silencio. Y claro que lo sabía. Hailey siempre nota todo.

Se levantó y caminó hacia el baño. La puerta se cerró despacio.

Suspiré.

No me creyó. No la culpo.

My Only One 3 •Editando•Место, где живут истории. Откройте их для себя