Una semana después.
Tocaron la puerta de mi departamento. Caminé hasta la entrada con el cabello todavía húmedo después de bañarme, y al abrirla, ahí estaba él: con su sonrisa traviesa, una mochila colgando del hombro y una maleta grande a su lado.
—¿Adivina quién está de visita? —dijo con una sonrisa enorme.
—¡Alex! —grité antes de lanzarme a abrazarlo.
Él me levantó un poco del suelo mientras reíamos.
—También te extrañé —dijo al soltarme.
Entró como si fuera su casa y dejó las maletas en el cuarto de invitados.
—No puedo creerlo. ¿Qué haces aquí? —pregunté sonriendo de oreja a oreja.
—Vine a ver a mi hermana favorita.
—Y la única que tienes —bromeé, riendo.
—Exacto —contestó, dejándose caer en el sillón del living.
Me senté a su lado y lo observé. Tenía ojeras leves, pero la misma energía de siempre.
—¿Cómo has estado?
—Muy bien. ¿Y tú? ¿Cómo está Liam? Ya sabes, después de que lo aceptaron —preguntó con un tono neutral, aunque lo conozco lo suficiente para notar la curiosidad detrás.
—Pues bien, ya sabes. Está muy emocionado por la idea de irse a Boston —contesté, jugando con mis dedos.
—¿Y tú? —preguntó, mirándome con seriedad.
—¿Yo qué?
—¿Quieres que se vaya?
—Emm... sí. Ese siempre ha sido su sueño —respondí
—Hailey... me refiero a que sabes que tendrías que ir a verlo. El viaje es de tres horas con cincuenta minutos —dijo alzando una ceja.
Lo miré sorprendida.
—Wow, tienes todo investigado.
—Y es por tren —añadió.
—Sí... ya había investigado —dije bajando la mirada hacia mis tenis.
—¿Y aun así?
—¿Aun así qué, Alex? —pregunté, un poco a la defensiva.
—Nada... olvídalo.
—¿Estás insinuando que crees que sería mejor si termino con él? —pregunté mirándolo fijo.
—¿Qué? ¡No! No dije eso.
—Pero lo pensaste —solté sin pensarlo demasiado.
El silencio llenó la sala. No podía creer que Alex insinuara algo así. Él sabe cuánto amo a Liam, y que, a pesar de la distancia, jamás lo dejaría por eso.
—Jamás has viajado en tren —murmuró.
—Y podría intentarlo —respondí firme.
—Hailey...
—Alex, que tú estés sin pareja no significa que yo también deba estarlo —dije antes de pensarlo.
Él me miró sorprendido, y en seguida bajó la mirada.
—Perdón... perdóname, Alex. No quería decir eso.
—No, perdóname tú a mí. Creo que me porté un tanto egoísta contigo —dijo con una sonrisa leve.
Me acerqué a abrazarlo, y él me correspondió. Justo entonces, el timbre de mi teléfono sonó.
Me levanté, caminé hacia el espejo del pasillo y contesté.
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My Only One 3 •Editando•
Novela Juvenil"Siempre serás tu" Liam tendrá que tomar una decisión, la decisión de quedarse con Hailey en N.Y.... o aceptar y seguir sus sueños de ser un jugador profesional.
