Me desperté por los rayos del sol que atravesaban la ventana y se colaban justo en mi cara. Entreabrí los ojos con fastidio y giré para alcanzar mi teléfono. La pantalla me mostró la hora, aún era temprano. Suspiré. Dormir ya no me servía de mucho, mis sueños solo me revolvían más.
Me senté en la orilla de la cama, pasé una mano por mi cabello y me obligué a levantarme. Caminé hasta el armario y saqué un par de prendas sencillas. Me cambié casi en automático, sin pensar demasiado, como si mi cuerpo actuara solo. Después me lavé los dientes, me puse mis tenis y me observé un segundo en el espejo. Pareces un desastre, Hailey... pero da igual.
Tomé mi mochila, el teléfono, y salí por la puerta cerrándola tras de mí. Bajé los pisos lentamente en el ascensor, hasta llegar al estacionamiento. Ahí estaba Octavia, ya dentro de su auto, esperándome con una sonrisa tranquila.
Me subí sin decir mucho, agradecida de que ella entendiera mis silencios. Arrancó el coche y el camino a la universidad se sintió eterno, como si cada semáforo me acercara a algo que no quería enfrentar.
Al llegar, me bajé rápido. Apenas crucé la entrada del campus, sentí ese cosquilleo en el estómago. No quería verlo, no todavía. Apuré el paso hasta llegar a mi casillero, dejé mis cosas con manos temblorosas y cerré de golpe.
Sin pensarlo mucho, me lancé hacia mi clase. Caminaba a toda velocidad, estaba a punto de entrar cuando de pronto lo sentí, una mano me tomó del brazo con firmeza, deteniéndome en seco.
El corazón me dio un vuelco. Tragué saliva y me giré lentamente hasta quedar frente a él.
Liam
Me desperté y estiré el brazo para alcanzar mi teléfono. La pantalla marcaba las seis con cincuenta minutos. Alcanzo la primera clase. Me levanté rápido de la cama y comencé a vestirme a toda velocidad, agarré mis llaves y el teléfono, bajé corriendo hasta llegar al auto.El camino hasta el departamento de Hailey se me hacia cada vez más largo. Subí por las escaleras dos a la vez hasta quedar frente a su puerta. Aún tenia la llave de repuesto que ella me había dado hace meses. Dudé un segundo... pero la usé.
Entré en silencio. El departamento olía a ella, a su perfume. Caminé en la sala, buscando mi mochila pero no la encontraba, cambie mi dirección hacia su habitación, pero cuando entré me quedé quieto.
Mi mochila estaba lista. Perfectamente ordenada, los libros acomodados, todo preparado para el día de hoy. Sonreí con incredulidad. Te amo Hailey.
Me colgué la mochila en la espalda y salí de ahí. Bajé las escaleras y volví al auto rumbo a la universidad.
Hailey
-¿Qué?
Pregunté mirándolo.
Jake me sostuvo la mirada, tranquilo.
-Quiero decirte que lo siento, si estas molesta conmigo... que no entiendo el porqué
-Lo siento, Jake, sé que no debí enojarme contigo, pero es que siempre que sucede algo, tú estas en medio
-Liam solo me estaba contando en ese momento, no fue culpa mía... jamás me molestaría que tú y Octavia se dijeran secretos, porque son algo personal ¿No crees?
-Mi problema aquí es... si fue algo tan importante para él, ¿Por qué no tuvo la confianza de decírmelo? Soy su novia
-Claro que te tiene confianza, Hailey... si hablaras con él te darías cuenta de lo que tiene que decirte
-Jake... es solo que...
Miré hacia la puerta, y ahí estaba él. Mi chico de ojos azules. Volví a mirar a Jake, nerviosa, balbuceando.

DU LIEST GERADE
My Only One 3 •Editando•
Jugendliteratur"Siempre serás tu" Liam tendrá que tomar una decisión, la decisión de quedarse con Hailey en N.Y.... o aceptar y seguir sus sueños de ser un jugador profesional.