Like a Dream - K.T.H

-.° 58 °.-

– ¿Y bien?, – me pregunta mi madre – ¿cómo te fue con esa tal Lili?.

– Bien – contesté sin mirarla, pues estaba concentrado en mi cena –.

– ¿Y...qué hicieron? – preguntó mi padre –.

– Nada, – lo mire – solo hablar.

– ¿Y sobre qué hablaron?– preguntó él de nuevo –.

– Sobre...¿ella?, ¿sobre mí?, de cualquier cosa.

– ¿Como que de ella?, ¿que no la- lo interrumpi –.

– Bueno le pedí disculpas por lo que le pasó, porque Hanna le hizo eso y nunca se disculpó y tal vez nunca lo haga.

– ¿Hanna le hizo eso?– preguntó mi madre sorprendida –.

– Así es, descuida, estoy pensando en separarnos solo que no encuentro las palabras necesarias para no lastimarla...

– Solamente dilo, siento que esto no va a funcionar, y la terminas.

– Lo dices como si fuera tan fácil...

– No será fácil, pero será lo mejor para ti – dijo mi madre –

– suspire – Esta bien, tal vez cuando regrese lo haga.

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– Taehyun-ah, ¿puedo entrar? – preguntó mi padre fuera de la habitación –.

– Claro. – entró dejando la puerta abierta para caminar hasta quedar al lado de mi pues me encontraba en mi escritorio terminando la tarea – ¿Qué ocurre?.

– A ver, ya me confundiste, ¿la conoces o no?.

– ¿De qué hablas?– pregunte con el ceño ligeramente fruncido –.

– Lili, dijiste que tuviste un sueño con ella, – se cruza de brazos – ¿la conoces o no?.

– Si...– desvíe la mirada – pero no.

– ¿C-como que si pero no?, es si o no.

– La conozco pero no tanto, ya que no me interese mucho de ella y ella era la que hacía las preguntas pero no tantas porque me estresaba que hablara mucho.

– ¿Eh?...pero a ti te gusta escuchar a la gente, lo que no te gusta, es hablar.

– Si pero sabes como son los sueños, son muy extraños.

– Tienes razón. Entonces, a ver si entendí, ya conocías a Lili, pero no lo suficiente.

– En cierta parte no.

– frunce el ceño – Ya me confundiste.

– Sabes papá, hoy fue un día un poco cansado...¿porque no lo hablamos otro día?.

– Pero me dejarás con la duda.

– suspira – Está bien...pero promete que no le dirás nada a mamá, y cuando llegues a conocerla no le dirás nada.

– Está bien, lo prometo – formó una pequeña sonrisa con sus labios –.

Y en los siguientes minutos, le conté lo que había pasado en mi sueño, lo que había conocido de Lili y porque me enamoré de ella.