-.° 61 °.-

401 45 0
                                    

Día 26;
Lo que había pasado pasó en el día veinticinco, estuvimos sentados en silencio, traté de hacerla hablar pero no lo hizo. Ahora, hoy es cuando llevo también lonche y comemos juntos, también cuando Hanna trata de decirle algo y hacerle algo, lo cual tengo que evitar.

– Hola Lili, – le dije cuando se acercó para sentarse al lado de mi – ¿Qué trajiste hoy de lonche?. – Lili abrió su lonchera, tenía kimchi con arroz frito – Uh...que rico se ve, – la mire – hoy también traje el mío, – saqué mi lonchera – traje tteokbokki, pero está frío, ¿me acompañas a la sala de maestros?, ellos tienen microondas.

Lili asintió con una ligera sonrisa formada por sus labios, ambos nos paramos y caminamos hacia la sala de maestros, al llegar le pedí al maestro de matemáticas, el profesor Kwon, si podía calentar mi lonche lo cual aceptó.

– Sabía que aceptaría, – la mire – el profesor Kwon es muy amable, aunque en clases da algo de miedo.

Lili tapó su boca con una de sus manos, cabizbaja, intentando no reír era tan tierno que no pude evitar sonreír.

– Hola – dijo Hanna acercándose –.

Ambos la miraron, serios.

– Lili, ¿podemos hablar un poco? – la toma de la muñeca –.

– Lo siento Hanna, – quite su mano del brazo de Lili – ella me hace compañía.

– Solo será un segundo.

– He dicho que no.

Hanna soltó un suspiro, dio media vuelta y se fue. Lili mordía ligeramente su labio inferior, sabía porque Hanna había ido, era para advertirle, y tenía miedo.

– Tranquila Lili, – la tome del hombro – no pasará nada.

Lili me miró por unos segundos para formar una ligera sonrisa con sus labios, luego desviar la mirada y desaparecer su sonrisa. Me preocupé un poco, no quería que le pasara nada. El profesor Kwon me regresó mi lonchera, ambos regresamos a la banca, cada quien comió de su lonche, cuando lo terminamos solo nos quedamos en silencio, quería decir algo, pero eso no pasaba.
Luego de unos minutos el timbre sonó, Lili se paró y se fue, vi como se iba, preocupado, ¿en qué momento se supone que Hanna la lastima?. Las horas pasaron y llegó la hora de la salida, guardé mis cosas y me puse la mochila, caminé hacia la salida, dónde estaba Lili, de espaldas.

– ¿Nos vamos?.

Me miró, mi corazón se detuvo por un momento, Lili tenía un rasguño en el labio. Sonrió débilmente para luego asentir. No pude evitarlo, ¿en qué momento pasó?, nunca la vi salir.

– Lili, ¿qué te pasó en el labio?. – se quedó en silencio, para luego desviar la mirada y que su sonrisa desapareciera – Lili, ¿qué te pasó? – pregunté por segunda vez – está bien, puedes hablar.

De nuevo, no dijo nada, apretó sus labios y claramente vi como una lágrima comenzó a recorrer su mejilla, solté un suspiro, puse mi mano con cuidado sobre su cachete haciendo que volteara hacia mi, para conectar nuestras miradas, por un momento, quise besarla, tal vez podía hacerlo, pero no.

– ¿Fue Hanna cierto?... no te preocupes, mañana tomarás justicia, ¿si?.

Ladeo su cabeza ligeramente mientras fruncía el ceño, solté una risita para quitar mi mano de su cachete y comenzar a caminar hacia casa, poco después ella me siguió, caminando justo al lado de mi.

Like a Dream - K.T.HWhere stories live. Discover now