Ainoah Sellers, mejor conocida como el bicho raro del instituto. Usa ropa ancha, una talla o dos más grande que ella, es tímida y su círculo de amigos lo puede contar con los dedos... Y aun así le sobran dedos. Tiene una voz diminuta que le habla de...
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El no poder dormir me pone de mal humor, además del hecho de que es mi culpa el no poder haber dormido. No sé porque la noticia de que Axel Haider este comprometido me tomó tan mal, como si fuera la peor cosa que haya escuchado en mi vida. Por extraño o ridículo que parezca me hace sentir mal saber que él tiene a alguien en su vida, alguien que lo ama y que, estoy segura, daría todo por él.
El problema no es que esté comprometido, que no me haya dicho nada, el problema es que yo me acosté con el creyendo que no había consecuencias y que no estábamos afectando a nadie. Pero es todo lo contrario, Axel esta comprometido y aún así decidió que se acostaria conmigo cuantas veces el quisiera. Juro que me veo tentada a ir y decirle a la linda Bonie que su prometido la esta engañando con una chica de diecisiete años.
Podrías denunciarlo, así te ahorras el tener que encontrartelo después de que le quites la máscara.
Denunciarlo no es una opción. Bien Axel me lleva un montón de años y seguramente podría ser mi hermano pero no creo que denunciarlo sea lo correcto, después de todo yo estaba de acuerdo con lo que pasó entre nosotros.
— Tierra llamando a Ainoah – Pronuncia Noah pasando su mano delante de mi y sacándome de mis pensamientos.
No se en que momento terminé en la cafetería, juraría que estaba en mi habitación debatiendo si venir al instituto o quedarme a lamentarme lo que a pasado. Edwin esta sentado delante de mí, mirándome con él ceño fruncido al igual que los demás.
— ¿Estas bien? – Me pregunta Morgan.
Ella sabía que Axel estaba comprometido pero jamás dijo nada, se quedó callada, lo reservo para ella y su familia mientras yo me metía de cabeza a un hoyo. ¿Por qué jamás dijo nada? ¿Por qué Axel no lo dijo? Yo debería de estar enterada de esto.
Morgan no sabe lo tuyo con Axel, no puedes culparla.
Me muerdo el labio, tan fuerte que siento el sabor de la sangre en mi boca. No debí haber venido, debí quedarme en casa pensado en que hacer.
— Si, ¿por qué? – Sonrió.
No, no estoy bien. Mi mente es un caos de preguntas. ¿Que tan sí Bonie sabe mi secreto y por eso me conoce? Según ella me conoce desde la fiesta de Morgan pero yo no recuerdo nada de eso. Seguramente Axel y ella tienen un complot contra mi, me van a chantajear y van a decirle a todos mi secreto si no hago lo que me piden.
Estas poniéndote histérica, relaja la raja.
La mirada que me da Noah es una clara de que no me cree, nos conocemos desde niños y el siempre va a saber cuando algo me afecta. Además soy muy expresiva y por eso siempre me atrapan con las manos en la masa. Bajo las manos de la mesa y las seco con la tela de mis jeans. ¿Por qué de pronto hace tanto calor? ¿Por qué siento que todos sabían lo de Axel menos yo?
