Ainoah Sellers, mejor conocida como el bicho raro del instituto. Usa ropa ancha, una talla o dos más grande que ella, es tímida y su círculo de amigos lo puede contar con los dedos... Y aun así le sobran dedos. Tiene una voz diminuta que le habla de...
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— Noah – Sonrio con nerviosismo.
¿Que le digo? ¿Que demonios le digo a Noah cuando me a encontrado saliendo de una habitación medio desnuda?
Mantén la calma, respira, puedes solucionar esto.
Ladea la cabeza, su mirada recorre mi cuerpo de arriba abajo, sin poderse creer que yo, Ainoah Sellers, este saliendo de una habitación y vistiendose en un jodido pasillo. Si, me desconozco al igual que el. Si, siento asco de mi misma por lo que acabo de hacer ¿en que demonios estaba pensando?
Yo te lo dije, no vengas a arrepentirte ahora, ridícula.
— ¿Me puedes explicar por que te estás vistiendo? ¿Con quién estabas? – Mira la puerta por la que he salido.
Entró en pánico. Casi me caigo por subirme el pantalón con demasiada fuerza, apoyo mi cuerpo en la pared para no caer y el frunce el ceño. Tomo el resto de mis cosas y camino hacia el.
El no puede entrar, no puede ver con quien estaba, le daría un infarto. Le sonrio con nerviosismo y lo tomó del brazo. Debo inventar una excusa, decir una mentira blanca. Me mira con desconfianza y yo no sé bien que hacer. Solo rezo para que Axel no salga de la habitación, todo se iría al demonio si sale.
Arrastró a Noah por el pasillo, trata de soltarse pero yo empleo toda mi fuerza para que venga conmigo.
— Ainoah Sellers, exijo una explicación – Demanda soltandose de mi agarre cuando llegamos a las escaleras.
Antes de hablar me repito a mi misma que no debo tartamudear, eso estaría en mi contra.
— Estaba con Aidan – Miento.
Ojala hubiera sido Aidan, pero no, fue Axel y ahora no se bien por qué hice lo que hice.
Porque estas loca y porque no me escuchas.
— ¡¿Que?! – Exclama abriendo demasiado los ojos.
Bien, quizá no fue mi mejor mentira, quizá arruine más las cosas.
Se pone histérico, saca su lado hermano-mayor-sobreprotector-rompe-caras. Ahora no se que hacer ni que decir, no quiero arruinar mas la cosas. Todo esto es una mierda, este día es una mierda y yo que creí que sería espectacular porque Aidan Scott me había invitado a salir.
Soy tonta por confiar.
Y confirmó que el día es una mierda cuando Aidan sube las escaleras acompañado de una chica. La sangre se me va a los pies y creo que mi alma a dicho: bye, bye, perra, soluciona tu problema tu sola. Noah me mira confundido y yo quiero que la tierra me trague.
Aparte de que le miento la mentira me sale mal. El karma es una perra.
Aidan nos mira y sonrie de medio lado, al pasar a nuestro lado observó como su mano está en la espalda de la chica y la conduce a alguna habitación. Noah lo sigue con la mirada y me es imposible no golpear mi frente con la palma de mi mano cuando Axel sale de la habitación.
