SEIS

415 50 3
                                    


Estoy comenzando a considerar que debo dejar de ver películas. No se que demonios ponerme y me siento ridícula haciendo esto. Me siento indecisa por saber que demonios me pongo para poder salir con Aidan Scott.

Noah esta sentado en mi cama jugando en la consola que mi padre me regalo hace dos años. Esta muy entretenido y yo a penas y escucho el sonido de los disparos en el juego. No es que tenga mucha ropa, la verdad solo tengo lo gusto y necesario.

— Parece que tienes un conflicto con tu armario – Dice.

Giro mi cuerpo hacia el, tiene razón.

— No se que demonios usar – Colocó mis manos en mis caderas.

Ladea la cabeza pero no aparta la mirada de la televisión.

— No es para tanto, sólo es un chico, Ainoah – Bufa.

— Escuchate, Noah. Es Aidan Scott, Aidan me a sonreído ¡a mi! ¡La rara Ainoah Sellers! Porque vamos, habiendo cientos de cosas que hacer, me sonrio, me busco entre todas las chicas de la cafetería y me sonrio. Hay millones de estudiantes y cientos de chicas más lindas que yo, pero me eligió a mi. Porque aunque se que estaba muy ocupado se tomo su tiempo para mirarme y sonreirme, ¿le parezco linda, divertida? Habiendo miles de chicas, me sonrio. No lose, pero tal vez estamos destinados a estar juntos, somos como almas gemelas.

La habitación se queda en total silencio cuando Noah coloca el juego en pausa y me mira con una ceja alzada. Sueno cómo una loca y soy consciente de ello, pero vamos, es Aidan Scott, es guapísimo y siempre ha fría que jamás me hablaría después de haber tratado de matarlo... por accidente.

— Medicate, Ainoah – Espeta meneando la cabeza.

No estoy loca. Bufó y vuelvo a mi armario. Estoy dándole muchas vueltas a algo que no debería, es Aidan, por el amor a Dios me habló a pesar de que soy la rara del instituto.

Me cambió de ropa delante de Noah, no es un problema ni me molesta hacerlo porque ya lo he hecho y el también lo a hecho, hay tanta confianza que eso nos parece lo de menos. El continúa jugando y estoy tentada a apagar la televisión como lo hacía cuando éramos niños y el no me prestaba atención.

Deja el control a un lado para revisar su celular, el cual a sonado. Me colocó delante del espejo y peinó mi cabello, otra de las cosas que se convierte en un conflicto el día de hoy. ¿Como lo llevo? ¿Suelgo, recogido?

— Tina Bracco estará en El Infierno hoy – Murmura.

Giro hacia el como si acabará de decirme que tiene un ojo en la nuca o alguna cosa poco común.

— ¿Y ella desde cuando dice a donde va?

No puedo mostrar mi odio hacia Tina delante de Noah porque Ainoah Sellers no tiene ningún problema con Tina, ni mucho menos la conoce. Así que decido fingir a pesar de que es una tarea bastante complicada.

Noah frunce el ceño y mi pequeña yo entra en pánico.

— No lo sé, pero dice que estará allí y que tiene una sorpresita para todos – Sus ojos brillan y siento asco.

Tina podrá ser muchas cosas, pero sus ganas de comportarse como niña inocente es lo que más me molesta, está mucho más corrompida que yo.

Ini sirprisiti.

Mi mente parece unir todo. Axel me dijo que tenía que trabajar para el hoy, y que casualidad de la vida que Tina estará allí y que "dará una sorpresa" bien, pues agradezco que voy a dejar plantado a Axel porque me iré con Aidan Scott a alguna parte.

Esta noche no voy a pensar en Axel ni en sus ganas de chantajearme, me voy a concentrar en mi con Aidan, con el lindo y encantador Aidan Scott.

— Y por supuesto iras – Me cruzó de brazos mirándolo.

Virtual (+18) © Where stories live. Discover now