Ainoah Sellers, mejor conocida como el bicho raro del instituto. Usa ropa ancha, una talla o dos más grande que ella, es tímida y su círculo de amigos lo puede contar con los dedos... Y aun así le sobran dedos. Tiene una voz diminuta que le habla de...
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A medida que espero a mi abuela en la sala de estar siento que las horas y mis pensamientos me consumen cada tanto, siento que me estoy asfixiado. La dichosa cena de ensayo es mañana mismo, no puedo creer que me haya invitado y además un día antes. Me muerdo las uñas con las piernas flexionadas contra mi pecho.
Tiene que ser una broma de mal gusto, no existe ninguna razón coherente para que Bonnie me invitará. Ni siquiera Axel me habría invitado. Una parte de mi se niega a ir porque si, soy cercana a Axel pero Bonnie piensa que como amigos pero es mas que eso. Si tan solo supiera que he estado con Axel tantas veces como he podido y que he gemido su nombre.
Me ruborizo al recordar las escenas en mi cabeza con Axel, ahora que lo pienso jamás he sido así, tan sumisa por un hombre. Y no porque me haya acostado con muchos, porque no es así, pero a decir verdad Axel me doblega por completo. Estoy a su merced cuando lo tengo cerca.
El sonar de unos tacones me hace alzar la mirada de los cojines al pasillo. La figura de Jenell se dirige hacia mí, con pantalones de cuero y una blusa corta de tirantes. Sus ojos me recorren de arriba abajo desde su lugar y trago saliva.
— ¿Estas bien? Tienes cara de que haz visto un fantasma – Me dice sentándose en el sofá delante de mí.
No esperaba que viniera hasta mi casa, de hecho Jenell jamás había venido sola o por cuenta propia.
— Todo está del carajo, Jenell – Dejó caer mi cabeza en sofá.
— ¿Axel otra vez?
Meneo la cabeza. Bueno, en parte también es por él pero más por Bonnie. Señaló la invitación que hay sobre la mesita de centro y se estira para tomarla. Guardo silencio mientras la lee y al mismo tiempo me convenzo a mí misma de que estoy dándole demasiadas vueltas a todo esto.
— ¿Por qué te invito? – Inquiere alzando la mirada hacia mí.
— No lo sé – Me encojo de hombros – Dice que quiere que esté ahí porque soy amiga de Morgan y de Axel.
— Yo también soy amiga de Morgan y no me invitó – Deja la invitación sobre la mesita como si le molestara el hecho de no ser invitada – Además, Axel y tu no son amigos como tal.
— No quiero ir, Jenell – Bajo las piernas del sofá – ¡No quiero engañar a nadie finjiendo algo!
Suspira desde su lugar. Siento admiración por la paciencia que Jenell siempre tiene, cosa que yo no tengo, todo me estrésa, todo me abruma. Se levanta y se sienta junto a mi.
— Sonara cruel, Noah, pero vives engañando a las personas finjiendo ser alguien que no eres.
Se a lo que se refiere, se que habla de Tasha, de mi vida alterna y Dios cuanta razón tiene. Me sostengo el rostro entre las manos.
— Si voy es a verle la cara de ingenua a Bonnie, ella no sabe nada de Axel y yo y vive creyendo que somos amigos.
Nos quedamos en silencio una eternidad. Los recuerdos me golpean como un balde de agua fría. Todo lo que he hecho con Axel, la forma en la que me he dejado manipular por el y chantajear a su antojo solo porque no quiero que las personas se enteren de lo que hago. Si, me degrade a mi misma en las redes sociales y tengo miedo de lo que pueda llegar a pasar cuando todo mundo sepa que soy yo esa chica delante de la cámara.
