Ainoah Sellers, mejor conocida como el bicho raro del instituto. Usa ropa ancha, una talla o dos más grande que ella, es tímida y su círculo de amigos lo puede contar con los dedos... Y aun así le sobran dedos. Tiene una voz diminuta que le habla de...
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No, no me puede estar pasando esto a mi. Siento que el mundo a mi alrededor va en cámara lenta y no soy más que un expectador, siento que he abandonado mi cuerpo y me estoy mirando a mi misma desde una esquina. Se que mi expresión da a decir mucho, se que me he delatado y que Axel también lo a hecho.
Parece que van a salirsele los ojos de las órbitas en cualquier momento o que va a desmayarse de lo pálido que está. No puede ser, no puede estar pasando de verdad. Cuando su lengua me recorre el cuello y envía escalofríos a lo largo de todo mi cuerpo me apartó asustada, saliendo de mi estado de shock.
Bonnie nos mira con una sonrisa divertida e incluso perversa y aprieto el bolso en mis manos mirando a Axel a la espera de que diga algo y nos saque de este problema.
— ¿Que? ¿Pensaban qué no iba a descubrirlo? – Alza una ceja.
Se me seca la garganta, siento que tengo algodón dentro de la boca que me impide mover la lengua para poder hablar y explicar todo esto pero ¿que voy a explicar? Bonnie nos a atrapado besándonos, dice que sabe sobre Axel y sobre mi y la verdad es que le creo, la forma en cómo nos mira me asegura que es así.
— Bonnie, no es lo que piensas – Le dice Axel dando un paso hacia ella.
— Claro que sí, no me extraña que te gustara Tasha Korovin, después de todo, es bastante bonita y sensual.
Ahí te voy, San Pedro.
Y es todo lo que necesito para que mis piernas flaqueen y tenga que apoyarme en la pared detrás de mi. Acaba de decir Tasha, la he escuchado perfectamente, sabe quien soy. Todo a mi alrededor se nubla, el suelo bajó mis pies se mueve y mi respiración se detiene por una fracción de segundo. Siento ganas de vomitar y hasta ahogarme con mi propio vómito para así morir y no tener que lidiar con esto. Un mareo me hace apoyarme mejor en la pared y dejo de escuchar lo que dicen, Bonnie no hace más que mirarme a la espera de que le diga algo.
— ¿Como? – Es lo único que logro decir y la verdad es que no estoy segura de haberlo dicho o imaginado.
Bonnie da un paso hacia mi.
— ¿Como lo sé? – Nos mira a ambos – Por dios, conozco el cuerpo de Axel a simple vista y se que era él el que estaba con Tasha. No me llevó mucho sacar la conclusión de que tu eras Tasha, Axel siempre está interesado en ti y siempre los encuentro juntos.
Axel y yo compartimos una mirada.
— No es lo que crees, Bonnie – Le repite Axel.
— ¿Entonces que es? Se que se acuestan, no me engañen.
— Axel me chantajea – Escupo antes que él y me da una mirada fulminante.
Bonnie lo mira con el ceño fruncido, estoy segura de que no sabía para nada lo que su prometido hacía. No nos acostamos por puro placer o porque haya algún tipo de conexión entre nosotros, por mi parte si la hay pero Axel no es más que un idiota que me manipula a su antojo.
