Ainoah Sellers, mejor conocida como el bicho raro del instituto. Usa ropa ancha, una talla o dos más grande que ella, es tímida y su círculo de amigos lo puede contar con los dedos... Y aun así le sobran dedos. Tiene una voz diminuta que le habla de...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
No le creo, juro que no lo hago, no le creo nada de lo que me esta diciendo. Me suelto de su agarre despacio, no es un movimiento brusco, lo hago tan lento como puedo y la mirada de Axel recorre mi rostro en busca de alguna expresión pero no hago nada.
Si lo que cree es que con eso va a hacer que olvide lo que a pasado esta muy equivocado, de hecho, se que todo lo que dice es mentira y no es más que unas simples palabras para mantenerme atada a él. Podré ser idiota pero no tanto.
— Tu no eres capaz de querer u amar, Axel – Doy un paso hacia atrás.
— Claro que si, Ainoah – Acorta la distancia entre nosotros – Estoy seguro de que te quiero.
Él no me quiere, no me quiere como yo quiero que me quiera. Soy solo un capricho y para lo único que me quiere Axel es para cumplir cada una de sus fantasías o ideas retorcidas con Tasha. A la que quiere es a Tasha, no a mi, y lamentablemente somos un paquete que viene completo.
— No me quieres, Axel – Repito, con la esperanza de que se le meta a la cabeza.
Comienzo a pensar que esta ebrio, o que volvió a experimentar con LSD, ya no lo sé. Lo único que se y de lo que estoy cien por ciento segura es de que lo que dice no es verdad.
— Te quiero, Ainoah.
Juro que si Axel fuera otra persona, que si no hubiéramos conocido de otra manera en lugar de esta sus palabras me llegarían al corazón y me lanzaría sobre sus brazos hecha un manojo de sentimientos pero Axel es Axel y no va a cambiar de la noche a la mañana.
— Adiós, Axel.
Doy por terminada la conversación y me giro sobre mis zapatos para emprender mi camino, lo hago a paso rápido para que no pueda alcanzarme y cuando ya estoy lo suficientemente lejos de él me echo a llorar.
Ojalá pudiéramos escoger que sentir, porque daría lo que fuera por no sentir nada por Axel, por no haber confundido nuestra relación. Me gusta, Axel verdaderamente me gusta pero no es para mi y yo no soy para él, las cosas ya han quedado claras entre nosotros y soy una idiota por pensar que podría pasar algo. Basto que Bonie apareciera para darme cuenta de que sentía algo por él, que en su debido momento deje de odiarlo como lo odiaba.
«Dejame adivinar ¿te enamoraste de mi, Ainoah? Definitivamente el sexo es el mejor amarre del mundo»
No creo que este enamorada, eso es un sentimiento mucho más fuerte. Considero que soy idiota por fijarme en alguien que desde el principio me dejó en claro que no quería nada conmigo más que chantajearme.
Logró llegar a la parada del autobús y me dejó caer en la banca, la parada del autobús me cubre de la lluvia y comienzo a sentir frío. Todo esto es una mierda. Esta no era mi definición de un cumpleaños feliz.
Cierro los ojos apoyando la cabeza en la pared detrás de mi. Ojalá pudiera escoger dejar de ver a Axel, dejar todo atrás, pero por más que me sienta mal en este momento no puedo permitir que mi identidad sea revelada y es una mierda.
