Cerezo del desierto [砂漠の桜] || Sakura Haruno y Sasori.

Flores

"Rodeada de un falso silencio en mi habitación y de un constante palpitar desenfrenado de mi corazón observando con mis ojos el castigo del cielo".

A la mañana siguiente despertó sola en su cama cobijada por sus sabanas, seguramente se quedo dormida mientras estaba con Sasori y el la arropo. Se levanto con cuidado, se alisto para salir a trabajar y bajo a la sala donde se encontró con el pelirrojo profundamente dormido en el futon que instalo para el noches atrás. 

Preparo un desayuno simple y lo dejo dentro del refrigerador para cuando su ahora compañero de casa despertara, mientras tanto doblo la ropa limpia que aun estaba en el sótano y la subió a su recamara para acomodarla después. Era hora de irse así que solo escribió una nota que pego en el refrigerador y salio rápidamente de su casa tomando la bolsa con su uniforme. Cerro la puerta con llave y comenzó su camino al hospital.

[...]

Sasori despertó media hora después de que Sakura se fuera. No sintió su presencia cerca significando que ya no se encontraba en casa. Se levanto con cuidado y usando sus muletas camino a la cocina dándose cuenta rápidamente de la hojita rosa pegada al refrigerador con un imán en forma de gato.

"Buenos días Sasori, no quise despertarte así que deje el desayuno dentro. Volveré mas tarde durante mi hora de comida, hoy estaré ocupada todo el día". El hombre saco su comida y la calentó usando el microondas que Sakura le enseño a usar. Si ella estaría ocupada todo el día el estaría solo. Ya encontraría que hacer en su ausencia y ojala que el Uchiha no se le ocurriera volver porque no le importaría estar débil, lo asesinaría.

[...]

Sakura llevaba algunas horas en su consultorio, sus citas eran simples y breves por el hecho de la nula actividad militar pero eso no significaba que no tenían trabajo, el sector de salud en la aldea siempre estaba atareado con servicio medico básico a la población común. Al acabar con su cita actual se estiró y revisó al siguiente paciente, sonrió sinceramente cuando vio el hombre de Hinata en la lista. Acomodo su cabello y su escritorio.

Pronto se escucho que llamaban a la puerta y emocionada hablo -¡Pase!- dijo fuerte para que la escucharan -Sakura, buenos días- Saludó amablemente Hinata con una sonrisa en su rostro -Hinata espere todo el día para tomar tus análisis pre nupciales y planificación familiar- La tímida chica se apeno un poco pero no dejaba de notarse contenta -Estoy algo nerviosa, no soy fan de las agujas- le dijo algo nerviosa, Sakura se levanto a abrazarla -No te preocupes, sabes que estas en buenas manos conmigo. Acompáñame por favor, iremos a otra sala para tomar las muestras después volveremos para seguir con la planificación-  La guió por el pasillo a otra sala donde le tomaron muestras de sangre. 

Sakura estaba ansiosa por los análisis, estos se hacen a las mujeres jóvenes que contraen matrimonio para asegurarse estar bien de salud y ser candidatas a tener hijos. Para muchos era raro que ella estuviera tan emocionada por unos análisis  -En tres días estarán listos tus resultados, si puedo iré a entregarlos personalmente- Hinata le agradeció y juntas volvieron al consultorio general de Sakura -Y dime Hinata... ¿Ya hablaste con Naruto sobre tener hijos?- Le pregunto cerrando la puerta para tener privacidad -Aún no he hablado de eso con Naruto. Mi padre quiere nietos lo antes posible y ni hablar de Hanabi, ya quiere tener sobrinos... Pero Naruto y yo no hemos planeado nada. Yo aun soy shinobi y Naruto sigue esforzándose por el puesto de Hokage- La medica sonrió y después hablo -No es que yo sea chismosa pero cuando Lady Tsunade aun era Hokage la escuche decir que Naruto aseguro su puesto, de hecho quería que él fuera el sexto y no Kakashi pero Naruto dijo que quería entrenar un poco mas así que no te abrumes Hinata, él siempre quiso una familia y no le molestara nada tener hijos, preocúpate por ti y si quieres tenerlos en este momento- Le aconsejo. Hinata siempre pensaba en todos menos en ella y a sus ojos no estaba mal pero en estos temas no cabía el pensar en otros.