Cerezo del desierto [砂漠の桜] || Sakura Haruno y Sasori.

Comunicación.

"Muevo el viento, el día y la noche. Danzo con la lluvia buscando un poco de miel, un poco de amor y bailo"

Sakura disfrutaba la compañía de Gaara pero mas temprano que tarde se dio cuenta de que no tenían temas de conversación, mientras hablaba el hombre frente a ella la escuchaba pero no podían conversar, no existía comunicación alguna entre ambos. No entendía porque comparaba involuntariamente esa cena con las que tenia con Sasori en casa.

La cena transcurrió mejor de lo que Gaara pudo esperar, se sentía feliz por salir con la pelirrosa que tanto le gustaba pero era imposible no notar que algo andaba mal con ella. No tenia intención de ser intrusivo e insistir en que le contara porque no era su estilo, aprendió que las personas hablan cuando pueden y no cuando otros quieren. 

Al terminar Sakura ordeno comida individual para llevar, la medica le explico que era para su paciente pero el Kazekage ya sabia para quien era. Lejos de ponerle celoso que la chica llevaba esa comida con cariño le provocaba ternura que incluso una mujer como ella tuviera empatia y amabilidad a alguien como Sasori, eso le daba esperanza. Si lograba poder salir con ella no se preocuparía por su pasado o las cosas que hizo, Haruno ya no era de la clase de personas que te juzgan por asuntos del pasado.

[...]

El pelirrojo esperaba pacientemente a su compañera de hogar, la ansiedad se lo devoraba por dentro de solo pensar que otra persona pudiera ganarse a Sakura. Ahora que sabia de sobra que esa mujer portaba el otro extremo de su hilo no permitiría que lo uniera con Gaara que dejaba mas que en claro sus intenciones. 

Tal y como si la llamara con el pensamiento la voz de la mujer le aviso que estaba en casa, camino con cuidado al recibidor viendo como se quitaba los tacones teniendo cuidado con unas bolsas que llevaba en sus manos -¿Que tal la cita con Gaara?- le pregunto escondiendo su mal humor, quería resolver las cosas no romperlas mas -No fue una cita, solo salimos a comer como buenos amigos pero estuvo bastante bien. Te traje esto para que comas, voy a dormir vengo muerta- le respondió igual de seca que cuando se fue. En cuanto la ninja avanzo dispuesta a dejar las cosas en la cocina un abrazo se lo impido.

Sasori no sabia por donde empezar, el abrazo solo era un método de defensa para evitar ver sus fríos ojos verdes, pasados unos segundos por fin hablo -Lamento mucho haberme comportado mal contigo por la tarde, no quise hacerlo- dejo de abrazarla mirándola a los ojos, la chica no esperaba unas disculpas pero agradecía que se diera cuenta de lo molesta que estaba por esa razón -No te preocupes, se que estabas ocupado...- dijo mirando las bolsas de comida en sus manos recordando lo feliz que estaba en la tarde por verlo, casi podía decir que comenzaba a sentir una conexión mas allá de la marca en sus espaldas -Lo estaba pero creo que no era motivo para no responder, tu te das el tiempo de ayudarme a vestir, de cocinarme, me conseguiste estas muletas y cuando tienes turno completo en el hospital haces un espacio para verme... Te lo agradezco mucho y quiero tener una actitud agradable contigo pero es algo complicado- Sakura lo entendió perfectamente, seguro en Akatsuki nunca hubo necesidad de disculparse -Te entiendo, creo que mi enojo tampoco esta justificado- ambos se sonrieron y entonces el ninja pelirrojo le extendió un objeto envuelto en papel con un listón rojo en medio. 

Sakura dejo las bolsas con comida en el suelo y miro con duda el objeto -¿Es para mi?- pregunto tomándolo -Si, quizá no es una bella maceta de flores pero lo hice con el mismo cariño- luego de que el pelirrojo le dijera eso no pudo evitar enternecerse. Al abrirlo se deslumbro con una pequeña muñeca hecha de ramas y pedazos de madera, el talento que tenia Sasori era innegable ya que solo usando esos materiales pudo crear algo tan bello como eso -Es preciosa, muchas gracias...- le dijo sonriendo, ambos tomaron la comida y se dirigieron a cenar. Estaban felices de haber solucionado el problema. 

El artista siempre subestimo el poder de la palabra, como alguien acostumbrado a estar en silencio y dedicarse a su trabajo nunca imagino que le seria útil. Ahora aspirando a poder vivir en libertad otra vez era algo que quería aprender, sobre todo para no causarle problemas a Sakura de nuevo. 

[...]

De camino a su casa el Kazekage pensaba mucho en su salida, no era como imagino que seria ya que en su mente Sakura estaba feliz. No tenia idea si era el o ella tenia problemas teniendo a Sasori de la Arena roja en su casa pero esperaba que al resolver ese problema mañana la mujer de cabellos rosas se sintiera menos extraña.

También existía la posibilidad de que simplemente no le gustara a Sakura, era comprensible. Ahora era el Kazekage y tenia varias chicas tratando de llamar su atención pero siempre quiso la de una sola mujer. Apenas era su primera cita, no podía sacar conclusiones tan repentinamente pero era necesario prepararse para lo que fuera.

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N/A:

No se sientan mal por Gaara, les prometo que sera feliz.