Cerezo del desierto [砂漠の桜] || Sakura Haruno y Sasori.

Hilo.

"Si te vas no seré capaz de seguir viviendo. Bajo esta noche que cubre tu boca con su tinte te deje tomar todo lo que soy mientras me fundía en tus brazos".

El Kazekage y su hermano mayor Kankuro salieron un poco tarde rumbo a la aldea por culpa de una junta interior de su pueblo, por suerte para Shikamaru y Lee no era ningún problema. Su hermana seguramente ya estaría en la aldea por la noche de hoy mientras a ellos les faltaba poco mas de un día y medio de camino. 

Kankuro en un intento por no aburrirse buscaba conversar con Shikamaru -¿Y llevaras a mi hermana a la fiesta?- pregunto sin mucha preocupación, el perezoso ninja harto de la misma pregunta le repitió -Ya te dije que tu hermana y yo terminamos hace mucho tiempo- le recalco con un tono irritado -No te culpo, Temari es un dolor de cabeza- dijo a secas el hermano de Gaara, antes de salir Lee le contó lo gruñón que Nara se ponía cuando hablaban de citas y parejas. En la aldea de la hoja estaba prohibido hablar de la razón pero como afortunadamente estaban entre fronteras esa regla no aplicaba.

Por lo que supo Shikamaru estaba profundamente enamorado de una chica del clan Hyūga, específicamente una muy problemática que deserto de la aldea hace años y murió después de la guerra. No recordaba exactamente el nombre pero siempre que le preguntaba a Gaara este también se enojaba. 

Mientras su hermano pensaba en tonterías Gaara ansiaba llegar pronto a Konoha para ver a Sakura, tenia ganas de invitarla a salir antes de la boda, quizá comer algo con ella y hablar. Se supone que estarían en camino unas semanas después pero una junta urgente con el Hokage provoco que el viaje se adelantara. Por lo poco que decía la nota del ave mensajera era un asunto de suma importancia entre Sunagakure y Konohagakure.

Todo quedo en un silencio que no le gustaba a Lee y en un intento por salvar el viaje en su opinión hablo -Gaara, ¿Llevaras a alguien a la boda?- esa pregunta saco de sus pensamientos al kage, Kankuro por otro lado rió -¿Que si llevara a alguien? Mi hermanito por fin invito a la chica que le gusta desde hace años- se burlo. Gaara lo miro mal y eso basto para que dejara de reír -Si, invite a alguien especial de su aldea. Estoy bastante feliz por verla cuando lleguemos- Lee estaba bastante feliz por su amigo -Eso es genial Gaara, entonces adelantemos el paso para que lleguemos lo antes posible. No es por presumir pero también tengo a alguien esperándome- ignoraron el ultimo comentario pero al final todos estuvieron de acuerdo en seguir avanzando y evitaron el descanso para seguir caminando toda la tarde.

[...]

Sakura se encontraba en el hospital firmando unos últimos documentos antes de que acabara su turno en el pabellón de partos, así podría irse a su oficina el resto del día e irse a la hora que mas le gustara. Las muletas de Sasori estaban recargadas en la pared, una de las ventajas de ser directora del hospital era tomar las cosas sin levantar dudas. Cambien aviso a Kakashi que tomaría algunas plantas medicinales del repertorio de la aldea para llevárselas a Sasori. Este comportamiento comenzaba a parecerse curioso al Hokage pero confiaba en su alumna y prefería no entrometerse en sus cosas, sin embargo no podía evitar notar la felicidad en sus ojos cuando visitaba la oficina.

La vida de Haruno se estaba acostumbrando demasiado rápido a no ser tan solitaria, quizá solo llevaba 4 días viviendo con Sasori pero parecían estar marcando una rutina donde hablar hasta quedarse dormidos en el sofá y despertar tarde era el mejor momento de su jornada. Sasori por su parte no tenia muchas actividades, tan solo esperaba sentado o acostado a que Sakura regresara de sus salidas para ver la televiso juntos. 

El día anterior el pelirrojo le contó un poco de como era el tiempo en que vivió con Akatsuki, la organización pocas veces se reunía y nunca tuvieron tanto trabajo hasta que comenzaron a capturar a las bestias, cosa de la que no fue parte mucho tiempo gracias a la pelirrosa que ahora lo ayudaba. 

[...]

Una noche anterior Sasori pensaba de nuevo en la mujer de la que hablo su abuela, no iba a encontrarla quedándose acostado en la casa de Haruno por lo que sus muletas le urgían tanto como su recuperación. Le prometió a Chiyo que la encontraría y no erraría el camino otra vez pero ahora no sabia si realmente quería absolverse, no serviría de nada si lo veían vagando por las calles como si nada. 

Una idea entonces surgió de su mente, Sakura era la respuesta. Quizá si le contaba lo que soñó ella lo ayudaría no solo a encontrar a la mujer, también seria un puente a la redención con las aldeas que ataco. Después de todo era alguien influyente entre las siete naciones por lo que le contó la noche anterior. Ahora solo tenia que encontrar la mejor forma de tratar el tema y el momento adecuado. Dejando las cosas así se acostó de nuevo sin tener nada mejor que hacer, pero su abuela no iba a permitir que su nieto cometiera la tontería que estaba pensando.

Volviendo al lugar donde se soñó la primera noche que paso en esa casa se preguntaba que mas tendría que decirle su abuela, pero ella no estaba. Se levanto de la silla y recorrió la casa, cuando iba a salir de ella cinco extrañas mujeres vestidas de blanco sin mostrar su rostro se presentaron ante el -Saludos hombre mortal- dijeron al unisono, Sasori trataba de no verlas directamente ya que era imposible gracias a la luz que emanaban -Nosotras construimos los caminos, deshacemos lazos y remendamos los listones... Parece que no puedes ver el tuyo aunque lo tengas en frente y estas por repetir tu problema- cuando las mujeres dijeron eso le señalaron un hilo rojo que salia de las venas de su mano derecha -Haz tirado de los hilos toda tu vida, esto no sera diferente. Es un hilo de chakra que conecta a los amantes. Síguelo y al final veras el rostro del amor de tu vida- cuando las mujeres desaparecieron también lo hizo el lugar quedando solo una habitación negra. El pelirrojo no era capaz de ver nada mas que el hilo por lo que camino siguiéndolo. 

Mientras mas avanzaba parecía que este era mas delgado casi llegando a desaparecer, llego un momento en el que no pudo ver nada mas que el rastro que estaba detrás. Se coloco de cuclillas buscando tocarlo con sus manos pero en cambio unos pies femeninos fueron visibles para el, del lado de su brazo colgaba un hilo que al tocar el suelo se conecto con el de Sasori señalando que ese era su camino, desafortunadamente cuando quiso verla despertó. Dejandole solamente una pequeña vista de un vestido color rojo y un aroma a cereza dulce... Recordó por un momento lo que le dijeron las mujeres "No puedes ver el tuyo aunque lo tengas en frente", probablemente era una mujer que ya conocía. 

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N/A:

Sasori todo baboso.