CAPITULO 18: CARTAGENA III

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POV POCHÉ:

Los rayos del sol que entraban por el ventanal de la habitación me despertaron.

Abrí los ojos y desconocí inmediatamente el lugar, pero pronto recordé donde me encontraba.

La respiración tranquila de Daniela me aterrizó recordando la noche anterior.

Sonreí sin dejar de abrazarla, le di un beso en la cabeza y despacio cuidando no despertarla me reincorporé para tomar mi celular para ver la hora: las 7:00 am.

Me levanté de la cama con cuidado y salí de la habitación para ir a la mía.

Cambie mi pijama por un short deportivo, un top de ejercicio, una playera sin mangas deportiva y unos tenis de ejercicio.

Debía hacer mi trote matutino y rutina de ejercicio para sacar todo el alcohol de mi sistema.

Regresé al hotel cerca de las 9:00 am, pedí el desayuno para las dos y subí por el ascensor.

Fuí directo a la habitación de Daniela esperando no se hubiera despertado aun porque pensaría que la había dejado ahí.

Llegué y toque la puerta, no respondía, volví a tocar y nada, pensé seguía dormida di media vuelta para ir a mi habitación cuando escucho que abren la puerta.

- ¿Poché? - Volteo y la veo parada en la puerta.

- Hola, buenos días. - Sonreí, Daniela agachó la cabeza. - ¿Que pasa? - Me acerque a ella.

- Pensé que te habías ido. - Dijo.

- No, claro que no. - Dije inmediatamente. - Solo salí a correr, no quise despertarte, perdóname por no avisarte. - Me disculpe.

- Esta bien, perdóname tu a mi por ser tan intensa. - Reí ante su comentario.

- No eres intensa, eres tierna. - Le dije y le di un beso en la mejilla. -¿No me vas a dejar pasar? - Pregunté.

- Claro, pasa. - Dijo dejándome entrar.

No paso mucho tiempo cuando volvieron a llamar a la puerta.

- Debe ser el desayuno. - Dije acercándome a recibirlo.

Entraron dos personas del servicio con varios platos con comida.

Terminaron de acomodar todo, les di la propina y salieron del lugar.

- ¡Wow esto esta muy bueno! - Dijo Daniela haciéndome voltear en su dirección.

Reí al verla comer un hotcake, me senté a su lado.

- Que bueno que despertaste con apetito. - Dije.

Me miró extrañada.

- ¿Porqué? -

- Porque después de todo lo que tomamos ayer pensé que te despertarías con nauseas. - Respondí riendo.

- Oh no, créeme que me estaba muriendo de hambre. - Dijo riendo yo reí junto con ella.

Empezamos a desayunar con tranquilidad, comiendo de todo un poco.

- Oye Dani - Llamé su atención.

- Dime. - Dijo tomando de su jugo de naranja.

- ¿Tienes planes hoy? - Pregunté ansiosa.

- Mmmh.. Noup, ¿Por? - Respondió.

- Quería invitarte a pasar el resto del día en la playa, ¿Que dices? - Sonreí.

- Si, claro. - Contestó.

Terminamos nuestro desayuno y quedé con Daniela que pasaría por ella a su habitación en dos horas.

No sin ti. (Caché) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora