No sin ti. (Caché)

CAPITULO 56: Aeropuerto.

POV CALLE:

— Mi amor, regreso en dos días — Poché acarició mi cara con una de sus manos.

Estábamos en el hangar privado del aeropuerto paradas fuera de la camioneta, el día de hoy Poché y Andrea viajarían a Chicago para la firma del contrato para el primer álbum de Joél.

— Esta bien — Hice un puchero triste que mi prometida no tardó en besar — Te voy a extrañar mucho — Poché me regalo una hermosa sonrisa.

— Lo sé princesa y yo a ti, pero todo esto será rápido — Yo asentí para abrazarla, me era muy difícil dejarla ir aunque fueran solo un par de días, estaba tan acostumbrada a ella.

— Te amo — Dije cuando me separe de ella — Te amo demasiado, no sé que haría sin ti —

— Ni yo sin ti mi vida, te amo — Poché me dió un último beso para despedirse y comenzar a caminar a las escaleras del jet seguida de Andy.

Le di un último vistazo antes de que subiera al jet y mi instinto me hizo correr hacía ella.

— ¡¡Poché!! — Mi prometida volteó alarmada y detuvo su caminar mientras yo me lanzaba a sus brazos.

— ¿Qué suced.. — La callé con un beso, atrapé sus labios con los míos e inmediatamente ella me correspondió, con mis manos tomé su cuello evitando que se separara de mí — Dani, amor — Intentó hablar pero se lo impedí.

— Sólo no quería que te fueras sin decirte lo mucho que te amo — Dije con mi frente pegada a la de ella — Eres lo mejor que me ha sucedido en la vida —

— Tú también eres lo mejor que me ha sucedido — Respondió sonriéndome — Te prometo que regresando fijamos fecha para la boda —

— Te estaré esperando — Susurré en sus labios para dar un último beso y dejarla que por fin se fuera, sin retenerla aun más.

Poché se despidió nuevamente de mí y subió al jet no sin antes darme una última mirada, yo caminé de regreso a la camioneta y subí en ella para salir del lugar.

Siempre me ha sido muy difícil separarme de Poché, hacemos literalmente todo juntas, solo cuando estamos en el trabajo es el único momento en el que es para nosotras solas.

Poché era otra extensión de mí, la amaba tanto que cuando no estaba cerca sentía que me faltaba el aire, sus labios eran mi lugar favorito, sus abrazos eran lo más reconfortante del mundo, sus ojos eran tan profundos que podría perderme en ellos, mi mujer era totalmente perfecta.

No se que sería de Daniela Calle si nunca hubiera aparecido Maria José Garzón en mi vida.

Mientras pasábamos por el aeropuerto de LA exactamente por el área de salidas internacionales algo o mejor dicho alguien me sacó de mis pensamientos, una figura muy conocida para mí llamó mi atención, levanté mis lentes de sol para poder ver bien y confirmar quien era.

— Adrian, deten la camioneta — Pedí e inmediatamente mi guardaespaldas hizo lo que pedí.

Baje de esta dirigiéndome a esa persona quien estaba tecleando algo rápidamente en su celular sin percatarse de que yo estaba caminando hacia ella.

— Hola — Saludé y ella levantó su vista hacía mí sin pensarlo, dándome una sonrisa.

— ¡Daniela Calle! — Gritó para luego abrazarme con euforia.

— Hola Abi, ¿Cómo estás? — Pregunté en cuanto me soltó.

— No mejor que tú — Respondió viéndome de pies a cabeza como comúnmente lo hacía cuando estábamos jóvenes, yo solté una carcajada.