CAPITULO 67: De vuelta.

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POV POCHÉ:

— ¡¡Carajo!! —  Grito lanzando el porta lapices de cristal que descansaba en mi escritorio contra una de las paredes de mi oficina viendo como se rompía en pedazos.

Estaba molesta, muy molesta conmigo por no poder hacer nada para detener a Daniela y lo peor del caso ya era evidente que la había perdido, no quería saber nada de mí.

Me sentía destrozada y peor aún por que era mi maldita culpa, si tan solo hubiera cancelado ese maldito contrato y darle una buena suma de dinero a Lina para que dejara de joder mi vida la historia sería diferente.

— ¡¡Soy una completa estúpida!! — Grité de nuevo, me giré para mirar las cosas sobre mi escritorio.

Recordé la noche en que le di el anillo de promesa, su felicidad era infinita y mejor aun fue cuando le pedí que se casara conmigo, me sentía en un sueño del que no quería despertar pero parece que me despertaron de golpe.

Un gran abismo se abrió debajo de mis pies, el pecho me dolía.

Lo único que podía hacer por el momento era esperar y terminar con todo lo estipulado en el contrato e intentar recuperarla.

Me senté de nuevo en mi silla, tomando cada una de las cosas y mirándolas, los ojos se me llenaron de lágrimas y las dejé brotar sin pudor.

Tomé el vaso de cristal y la botella con alcohol, serví sobre esté tomándolo de golpe para luego volver a llenarlo.

Recargue mi cabeza sobre la fría madera.

¿Cómo carajos fui tan idiota?

Se escucharon unos golpes en la puerta que decidí ignorar, no quería hablar con nadie, continué con mi postura aun lamentándome de todo.

Escuché como la puerta se abría, maldije internamente estaba segura era Janeth y su maldita costumbre de entrar a donde no debe.

— ¿Poché? — La voz de Sofia resonó por el lugar.

Lo que me faltaba.

— ¿Qué quieres Sofia? — Pregunté sin moverme del lugar aun con mi cabeza agachada.

No tenía la paciencia para soportarla, no me sentía con ánimos.

— ¿Estás bien? — Preguntó preocupada.

Suspiré irritada y limpié mi cara con el torso de mi brazo.

— Si carajo, ¿Qué quieres? — Dije de mala gana levantando mi vista hacía ella.

Escuché sus pasos lentos por el lugar y cómo el contacto de su zapato con los vidrios del suelo hacían un sonido peculiar.

— Poché, ¿Qué tienes? — Pregunto acercándose lentamente a mí — Lina me envío por ti, pero ¿Puedo ayudarte en algo? —

— No creo que seas la persona indicada para ayudarme — Solté molesta — Al contrario —

— Es por Daniela ¿Cierto? — La fulmine con la mirada, no podía creer que fuera tan descarada para hacerme esa pregunta — Poché, se que a lo mejor piensas lo peor de mí pero no me gusta que estés así, no soy una mala persona, sé por lo que estas pasando y no estoy de acuerdo en todo lo que está sucediendo, sé que soy cómplice en parte de esto pero quiero que sepas que estoy en la misma situación que tú, de alguna manera Lina me tiene en sus manos —

La miré sorprendida, no podía procesar lo que me acababa de decir.

¿Que Lina, que?

— ¿Qué dices? — Pregunté aún incrédula.

No sin ti. (Caché) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora