No sin ti. (Caché)

CAPITULO 47: Demasiado.

POV CALLÉ:

Caminé hasta las puertas de cristal del edificio, en el camino me despedí de la recepcionista, una vez llegue a estas no me encontré con Adrian y se me hizo extraño pero no le tomé importancia, salí de la agencia buscando a mi equipo de seguridad sin tener éxito, miré al lugar donde se ubicaban la camioneta y mi auto y tampoco se encontraban ahí, ¿A donde habrán ido?

Tomé mi celular para intentar llamarlos pero el sonido de las puertas de cristal tras de mí llamaron mi atención junto con una voz muy reconocida para mí, Matu.

El día de hoy la había conocido mejor, era una persona muy agradable y divertida, me ayudo demasiado en la sesión con sus consejos y durante los descansos me hacía reír demasiado lo que me ayudó a olvidar un poco mi pelea con Poché, todo el tiempo estuvo pendiente de mi y de lo que Alba y Aida necesitarán, fue un gran apoyo.

— ¿Qué pasa? — Preguntó acercándose a mí.

Yo comencé a explicarle que no tenía ni idea de donde se encontraban mis guardaespaldas, era muy extraño, ella se ofreció a llevarme a lo que inmediatamente dije que no, sabía que eso no le gustaría nada a Poché.

— Bueno gomela, creo que sus guardaespaldas se olvidaron de la realeza — Dijo Matu haciéndome reír.

— Yo creo que si — Respondí

— ¿Estas segura que esperarás aquí? — Preguntó Matú acariciando mi brazo, yo le sonreí y asentí.

— Segura — Respondí — No te preocupes, ya los llamaré —

Ella se acercó para darme un abrazo de despedida.

— Nos vemos entonces Calle — Dijo

— No vemos — Respondí, ella me sonrió y dió  media vuelta para comenzar a caminar.

En ese momento escuché que un fuerte sonido proveniente del motor de un carro el cual se estacionó frente a mi, me quedé estática al reconocer de quien era.

— ¡Sube al auto! — Ordenó Poché, tragué en seco, por su semblante se notaba que estaba furiosa.

— No — Respondí, Poché abrió su puerta para descender del Audi rodeándolo y plantándose frente a mi — ¿Qué haces aquí? — Pregunté mientras algunas gotas de lluvia comenzaban a caer sobre nosotras.

La miré por algunos segundos de pies a cabeza, se veía realmente ardiente, llevaba un traje y camisa negra que la hacían ver más imponente que de costumbre.

— Daniela sube al maldito auto — Pidió yo negué con la cabeza, aún no se me olvidaba lo que había sucedido ayer.

— ¡Ya te dije que no Poché! — Crucé mis brazos sobre mi pecho — ¿En donde están mis guardaespaldas y mi coche? —

— ¿Qué carajo hacías con Matú? — Reí sarcásticamente.

¿En serio tenía el descaro de reclamarme?

— ¿En donde están Adrian y Elias? — Volví a preguntar molesta.

— Les dije que vendría por ti, tenemos que hablar —

— Yo no tengo nada que hablar contigo — Respondí, tomé mi celular y comencé a teclear.

— ¿Que haces? — Preguntó Poché

— Llamo un taxi — Respondí sin mirarla

— Daniela por favor — Suplicó tomándome del brazo, yo la aparté bruscamente.

Otro auto estacionó frente a nosotras, fijamos la vista en el mientras bajaba el vidrio dejando ver quien era, la sangre se me fue a los talones, Matú estaba dentro del vehículo.