CAPITULO 66: New York III.

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POV POCHÉ:

— Quiero los reportes sobre mi escritorio el lunes por la mañana — Ordené de pie a lado de mi escritorio — Sin pretextos —

— Si señorita — Respondió Frank anotando todo en su agenda, el era el encargado del área de mercadotecnia de mi empresa aquí en NY — Y una disculpa de nuevo —

Estaba muy molesta, ya que al llegar a la oficina me encontré con que el equipo asignado para Juanpa no había realizado correctamente el trabajo que les pedí y esto hizo que un contrato con una importante marca de ropa estuviera prendido de un hilo.

— No te disculpes, lo que quiero es que no vuelva a suceder — Sentencie — Por que no habrá una próxima vez, a la siguiente no necesitaré pedirte que tomes tus cosas y salgas de la empresa de inmediato — El peli negro me veía petrificado.

— Si señorita — Susurró apenado.

— Y va para ti también — Señalé a Kattie parte del equipo de relaciones publicas, quien no había pronunciado palabra alguna desde que entraron a mi oficina.

— Si señorita Garzón — Agachó la cabeza.

La puerta de mi oficina se abrió de golpe, volteé inmediatamente a ver quien era soltando un fuerte suspiro.

¿Cómo le tengo que explicar que no debe entrar así?

— Señorita Garzón — La voz de Janeth retumbó por todo el lugar.

Dios mío esta mujer me va a matar de desesperación.

— ¿Qué sucede? — Pregunté molesta.

— Perdón que la moleste, pero la señorita Calle acaba de llegar — Informó, abrí los ojos de par en par.

Daniela estaba aquí.

— Bien — Respondí — Es todo, se pueden retirar — Dije en dirección a los dos jóvenes que estaban sentados frente a mi escritorio, ellos asintieron y de inmediato obedecieron mi orden.

Tomé mi celular y lo guarde en la bolsa de mi pantalón caminando en dirección a la puerta en donde aun estaba Janeth.

— ¿En dónde esta? — Pregunte antes de pasar de largo.

— En su oficina — Respondió tras de mí, yo asentí y seguí mi camino sin mirar atrás.

A los pocos metros me encontré con la puerta de su oficina abierta y entré sin hacer un mínimo ruido, inmediatamente la localicé.

Verla parada de espaldas a mí admirando todo a su alrededor la hacía ver más hermosa de lo que ya era.

— ¿Por qué tengo una oficina aquí? — Dijo aun de espaldas a mí.

Daniela ni siquiera había notado mi presencia, Andrea y Abi estaban sin decir una palabra solo me miraban.

— Yo pienso en todo Daniela — Hablé, e inmediatamente vi como se tensó al escucharme.

Me encantaba provocar esos efectos en ella.

— ¿Qué haces aquí? — Giró en su propio eje clavando su mirada en la mía.

Le sonreí medianamente, incrédula de su pregunta.

Caminé lentamente hacia ella sin quitar mi mirada de la suya, me sentía hipnotizada.

— Creo que la respuesta es obvia Daniela — Respondí aún mirándola acortando poco a poco la distancia entre su cuerpo y el mío, ella giró los ojos fastidiada por mi respuesta.

No sin ti. (Caché) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora