CAPITULO 59: Tiempo.

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POV CALLE:

— Adiós Daniela — Poché salió de su oficina cerrando la puerta tras de ella.

— ¡POCHÉ! — Grité intentando detenerla pero fue inútil, ella siguió su camino.

Estaba de rodillas en el suelo sollozando, sentía un dolor agudo en mi pecho que se expandía en todo mi interior, sin pensarlo me levanté para ir tras de ella, no podía permitir que se fuera así, no podía dejarla ir, no de nuevo.

Salí corriendo abriendo la puerta de su oficina y vi cómo ella estaba a punto de entrar al elevador.

— ¡Poché espera! — Grité, volvió su vista a mi; Estaba llorando, entró al ascensor y corrí hacía ella.

— ¡Daniela! — Escuché el grito de Andrea a mis espaldas.

Antes de poder llegar al ascensor Tony me detuvo fuera de este, yo no quitaba mi mirada de Poché la cuál sólo negó con la cabeza mirándome fijamente mientras sus lágrimas caían sin parar al igual que las mías.

— ¡Suéltame Tony! — Intenté safarme pero me fue inútil contra la fuerza de él.

Las puertas se comenzaron a cerrar mientras yo intentaba soltarme del agarré del guardaespaldas de Poché.

— ¡Espera por favor Poché! — Volví a gritar desesperada antes de que estas se cerraran por completo, ella agachó la cabeza y las puertas de metal me impidieron verla.

Tony seguía sujetándome, yo seguí removiendome para que me soltara.

— ¡Suéltame por favor, debo ir por ella, no puedo dejarla ir! — Tony solo me dió una mirada triste — ¡Qué me sueltes carajo! —

El me soltó para evitar lastimarme pero siguió plantado frente al elevador sin permitirme presionar el botón.

— ¡Déjame pasar! —

— Lo siento señorita, no puedo — Susurró.

Intenté volver a cruzar pero el me detuvo plantandose frente a mi, comencé a empujarlo y el ni se inmutó.

— Por favor — Golpee su pecho, el sólo me dejó hacerlo mientras yo lloraba descontrolada — ¡No puedo permitir que se vaya! — El me abrazó para detenerme.

— Lo siento señorita, solo estoy siguiendo ordenes —

Yo no dije nada sólo sollozaba en su pecho, no podía creer que Poché se fuera, me hubiera dejado, mi mundo estaba cayendo a mis pies en ese instante.

Sentía mis piernas débiles, sentía que me estaba consumiendo en una tristeza de la cual no podría salir, me sentía impotente, estupida y dolida.

Tony reaccionó en el momento que sintió que yo ya no podía más y casi cargándome me llevo hasta el sillón de la sala que estaba fuera de la oficina de Poché.

Me senté en este llorando sin control, Andrea se acercó y me abrazó mientras yo seguía hundida en un mar de lágrimas.

Cómo había podido ser tan estupida, cómo había permitido que todo esto sucediera, cómo podía haber desconfiado de Poché si lo único que ella había hecho era hacerme feliz.

Yo arruiné todo lo que habíamos construido, lo que habíamos logrado, yo arruiné mi relación una vez más.

Tony se acercó ofreciéndome un vaso con agua, yo negué levantándome del lugar sin decir nada y entré a la oficina de Poché cerrando la puerta con llave recargándome en esta.

No sin ti. (Caché) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora