➳noventa y ocho

2.6K 309 403
                                    

[espacio dedicado pa' la banda que viene llegando. i esta rosA?]

samuel

Un tono, dos tonos...

—Lo siento por tardar en contestar —habla Rubén con dificultad, escucho sus jadeos del otro lado de la línea.

—¿Qué pasa? ¿estás bien? —le pregunto rápidamente.

—Sí, sólo... me cansé, huí de dos depravados que me querían asesinar, les dije algo inapropiado a Auron y Luzu y corrí, corrí como nunca—ríe, después de tomar un gran respiro—. Qué malagradecidos son, les di un regalo por su aniversario y hacen esto... está muy mal.

Miro con extrañes la bolsa que tengo en mi mano izquierda, donde está la comida de Kira, largo un gran bostezo, no dormí lo suficiente porque Rubén logró que me quedara hablando con él hasta tarde.

—¿Regalo? ¿qué regalo? —pregunto con curiosidad, no había escuchado antes que los alguien tienen que regalarle algo a sus amigos sólo porque es su aniversario.

—Una guía de cómo celebrar correctamente un aniversario y vivir felices para siempre —responde, segundos después se ríe—. No, mi madre hizo pastelillos y dijo que les diera unos; así que no es mi regalo, sólo fui quien se los entregó.

—Qué tonto eres —niego con la cabeza.

—Este tonto te extraña mucho —lloriquea y juro que puedo imaginarme su cara en este momento.

—Nos acabamos de ver hace unos días, cabezón... aunque no te lo voy a negar, yo te extraño mucho más.

—Pero estoy feliz porque —derrepente la llamada se corta.

—¿Eh? ¿Rubén? —pregunto, esperando a que alguien conteste, a pesar de saber que no pasará.

Miro extrañado la pantalla del móvil, como si en ella fuera ha encontrar alguna respuesta, pero no aparece más que "llamada finalizada".

¿Le paso algo malo a ese bobo? ¿o colgó a propósito?

Le marco otra vez, pero no contesta, ¿qué leches pasó?

Vuelvo a marcale una y otra vez, pero no contesta, este tonto, nunca hace algo como eso y estoy empezando a preocuparme.

Casi estoy por darme la vuelta para cambiar de dirección, cuando algo lo evita.

—¡Ya llegué! —escucho un grito que hace que yo también suelte uno.

Las risas del tonto de Rubén inundan mis oídos, pero también me hacen sentir tranquilo.

—Ah, más tonto no puedes ser, me diste el susto de mi vida —le digo poniendo una mano sobre mi pecho.

—Lo siento, pero fue muy gracioso y tu grito... —comienza a reír nuevamente y me aguanto las ganas de darle un golpe en la cabeza.

—Eres tontísimo, estaba comenzando a preocuparme por ti —le digo seriamente, esto no me causa ninguna gracia.

—Lo siento —aun sigue riendo, me mira por unos segundos y ríe mucho más.

Sonrío internamente cuando noto el gorrito que lleva puesto, que sorpresivamente hacen juego con el cubrebocas, me encanta.

—Deja de verme así, como si quisieras regañarme cincuenta mil veces, se me hizo divertido y... lo siento —no puede evitar volver a reír, sólo se quedó callado por unos segundos.

Le miro serio, mientras niego con la cabeza, pero toda esa mala actitud se va cuando siento que me rodea con sus brazos, dándome un reconfortante abrazo, aunque el bobo se siga riendo me hace sentir bien.

¡rubio, ponte el cubrebocas! ➳rubegetta Where stories live. Discover now